Defensores de dictaduras
de la región se reunieron en Argentina.
La diaria - 21 8 14
El “Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia
y la Libertad” reunió martes y miércoles a militares y a defensores de
represores presos por su papel durante las dictaduras en la región. Éstos
consideran que los juicios por violaciones a los derechos humanos son “ilegales”,
que los jueces cometen “prevaricato” (juzgan mal a conciencia) y que los
condenados son “presos políticos”.
De acuerdo con la agencia de noticias judiciales
Infojus y la propia página web de la Asociación de Abogados por la Justicia y
la Concordia, hubo participantes de Chile, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y
Uruguay. Los representantes uruguayos fueron dos integrantes del Foro Libertad
y Concordia de Uruguay, los coroneles retirados José Carlos Araújo y Elmar
Castiglioni. Este último fue jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia del
Estado y el año pasado dijo, según Búsqueda, que eran “insignificantes” los
números de muertos entre 1973 y 1985 en Uruguay. Entre los argentinos estuvo
Vicente Massot, dueño del diario argentino La Nueva Provincia, que es
investigado por la desaparición de dos trabajadores de su periódico.
La convocatoria a la reunión publicada por la
Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos de Argentina (entiéndase
los militares presos por violar los derechos humanos) asegura que “los países
de la región están en riesgo de disolverse en el odio y la venganza, muchas
veces promovidos desde sus propios poderes públicos”. Los integrantes de esa
asociación observan “un plan sistemático de demolición del orden político,
jurídico, cultural, educativo y económico” de sus “sociedades”. Por lo tanto,
se reunieron con “el objeto de deliberar y organizar una acción enérgica y
eficaz, a fin [de] que prevalezcan la justicia, la concordia y la libertad”.
De acuerdo con Infojus, antes de que empezara el
encuentro, a unas cuadras de la estación porteña de Retiro, en el hotel Meliá,
se leyó una carta de Jaime Smart, un ex juez y ministro de la provincia de
Buenos Aires durante la última dictadura que fue el primer civil condenado a
cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad en Argentina, quien fijó desde
la cárcel directivas para la reunión.
El discurso de apertura estuvo a cargo de Alberto
Solanet, presidente de la asociación organizadora. Dijo que la principal meta
era “establecer una cooperación [...] estable” entre los participantes, que
fueron 250. Además de cuestionar los juicios por el terrorismo de Estado,
criticó las “reformas contranatura” impulsadas en los últimos años, entre ellas
el matrimonio homosexual. Dijo que hay “una planificación sistemática” para
destruir a las Fuerzas Armadas, al “orden familiar, judicial y económico”.
Araújo dijo que “la gran batalla por el imaginario se
dio en la educación pública”, y cuestionó la separación entre el Estado y la
Iglesia. “No debe escapar que la democracia moderna es un sistema sin valores,
que se impuso dictatorialmente por la guillotina”, lamentó, en referencia a la
Revolución Francesa.
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