A 70 años de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, lo que perdura y lo que nos desafía
09.12.2018
Hace 70 años, tras las
experiencias devastadoras de las dos grandes guerras mundiales, la Asamblea
General de la ONU aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos como un
ideal común para todos los pueblos y las naciones. Los redactores de la
Declaración -bajo el liderazgo de una mujer, Eleanor Roosevelt- lograron reunir
una visión común desde todos los continentes, y que la comunidad internacional
se comprometiera a no permitir nunca más las atrocidades que devastaron la vida
y dignidad de millones de personas.
Han pasado siete décadas
desde ese 10
de diciembre de 1948 y, si miramos atrás, es innegable que gracias
a la Declaración y al compromiso de muchos Estados con sus principios, la
dignidad de millones de personas se ha visto fortalecida y se han sentado las
bases de un mundo más justo.
Mireia Villar |
América Latina es la
región más desigual en términos de distribución de la riqueza, y esto en sí
mismo representa un problema de derechos humanos, pues la pobreza es a la vez
causa y consecuencia de vulneraciones múltiples e interconectadas de derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Las personas que viven
en la pobreza se ven expuestas regularmente a la denegación de una vida en
dignidad e igualdad de condiciones.
Uruguay no está ajeno a
este devenir. Con la recuperación de la democracia el país abrazó el
multilateralismo y la promoción de los derechos humanos como parte de su
política exterior. Esto es reconocido por la comunidad internacional, al punto
de que ha sido miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en diversas
ocasiones, y fue elegido nuevamente en octubre de este año para formar parte de
este órgano.
Birgit Gerstenberg |
El país también ha
alcanzado altos niveles de desarrollo y ha demostrado voluntad política para
avanzar por ejemplo en la promulgación de legislación como la ley integral de
las personas trans, la ley que protege los derechos humanos de las personas con
discapacidad y la ley integral contra la violencia hacia las mujeres, por
mencionar algunas iniciativas que apuntan con fuerza a consagrar la igualdad de
derechos entre todas las personas y una vida libre de violencia.
Por otro lado, Uruguay
tiene el reto de garantizar condiciones humanas para su población
penitenciaria, ya que algunas personas aún se encuentran en situaciones que
desafían su dignidad y los alejan de posibilidades de rehabilitación y
reinserción. Este punto es crucial si se espera enfrentar exitosamente la
criminalidad y fortalecer la seguridad ciudadana con perspectiva de derechos.
Asimismo, y a pesar de
importantes esfuerzos multisectoriales, la incidencia de los femicidios, la
violencia y la discriminación contra las mujeres continúan siendo un flagelo:
en lo que va de este año, Uruguay ya registra 24 femicidios, 20 de ellos
íntimos, perpetrados por parejas, exparejas o familiares (de acuerdo con datos
del 1º de enero al 30 de noviembre de la División Políticas de Género del
Ministerio del Interior).
Uruguay tampoco puede
resignarse a que la verdad, la justicia y la reparación frente a violaciones de
derechos humanos cometidas en la dictadura aún sean un anhelo para muchas
víctimas, las cuales a menudo han sido invisibilizadas, como las mujeres
víctimas de violencia sexual en la época.
Los desafíos en derechos
humanos son muchos y siempre cambiantes. Quizás quienes redactaron la
Declaración Universal no tenían en mente temas actuales tan relevantes como el
cambio climático, la planificación de las ciudades o la responsabilidad de las
empresas en los derechos humanos. Sin embargo, los principios de la Declaración
continúan plenamente vigentes e iluminan el camino hacia un futuro más justo y
sostenible.
A 70 años de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, las Naciones Unidas en Uruguay y la
oficina para América del Sur de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos
renuevan su compromiso con este país en el que todas las personas nacen libres
e iguales en dignidad y derechos.
(*) Mireia Villar Forner, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Uruguay
(**) Birgit Gerstenberg, representante regional de la oficina para América del Sur de la Alta Comisionada de las Naciones Unida para los Derechos Humanos (ACNUDH).
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