Comandante Aguerre: "No permitiré que se me
difame"
Centro Militar. Jefe del Ejército molesto por críticas a
libro escrito por su padre
El País - 12 3 13 -DANIEL ISGLEAS
Tras 40 años de socio, el jefe del Ejército, general Pedro
Aguerre, renunció al Centro Militar molesto por sentirse "difamado" y
responsabilizado por el contenido de un libro que critica la dictadura escrito
por su padre, un militar de izquierda.
En una dura nota dirigida al presidente del Centro Militar
(CM), el coronel retirado Guillermo Cedrés, el general Pedro Aguerre Sequeira
afirmó que recibe "continuas críticas anónimas" de asociados de la
institución, la que nuclea a oficiales de las Fuerzas Armadas en actividad y
retiro, y que siente que está bajo "calumnias solapadas" y no lo
respetan.
Esta situación se da en un contexto vinculado a la dictadura
y los derechos humanos y es vista por militares consultados por El País como
una "pulseada" entre dos modelos de concepción del Ejército y de
aquellos años de plomo.
La situación detona apenas días después de la definición de
la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declarando la inconstitucionalidad de la ley
impulsada por el Frente Amplio que intentaba anular los efectos de la ley de
Caducidad.
Las fuentes castrenses agregaron que la mayoría de los
generales en actividad expresó su respaldo al comandante Aguerre en forma
personal o telefónica durante la jornada de ayer.
Tal cual lo describe en su nota, a la que accedió El País,
el comandante Aguerre siente que en distintos ámbitos del Centro Militar ha
sido "cuestionado", como él mismo reconoce, porque se afirma que no
fija posición respecto al contenido del libro "Hermano, trabajaremos de
presos", escrito por su padre (ver nota aparte), el coronel retirado Pedro
Aguerre Albano (84 años). En el libro se describen con visión muy crítica las
etapas previas al golpe de Estado de 1973.
La ruptura institucional de 1973, si bien tuvo un apoyo
mayoritario dentro del Ejército, no fue compartida por numerosos oficiales de
las Fuerzas Armadas. Aguerre Albano era entonces militante de una organización
de izquierda vinculada al Frente Amplio y resultó detenido y procesado en 1972
por la Justicia Militar a raíz de su participación en ese movimiento político
que se oponía al golpe de Estado que ocurriría al año siguiente, en 1973.
Por eso, en su nota de renuncia como asociado del CM, el
militar en actividad sostiene que con los "rumores y murmuraciones sin
fundamento" sobre su persona "se fragmenta cada vez más" la
unidad del Ejército. Indicó que no se lo "respeta" con una
"calumnia solapada".
LA MORAL
"Soy comandante y no puedo permitir que se me difame,
se me juzgue y se me condene por cosas que no he hecho, sin siquiera poder
manifestarme. Este tipo de actitudes mina la moral del Ejército", afirmó
en un pasaje de la nota, aludiendo a que en realidad lo que consta en el libro
es la visión y la opinión de su padre sobre los prolegómenos de la dictadura y
el contexto social de esos años.
Aguerre aseguró en su nota que en el Centro Militar se le ha
proferido una "crítica continua" en forma "anónima"
cuestionándose el trato que tiene con su padre.
"Últimamente en esa sede", señaló Aguerre en la
renuncia, "se han incrementado rumores y murmuraciones sin fundamento,
lógica, ni mucho menos verdad y que solo muestran egoísmo y falta de
hidalguía", situación que el comandante dijo haber "verificado por
varias fuentes confiables".
"En el Centro Militar se ha cuestionado el trato que le
dispenso a mi padre lo que no es ético, no es lógico y no es racional, pero
sobre todo no es humano", añadió. "He sido amigo de mis amigos y
camarada leal de todos los soldados, sin prejuicios, sin preconceptos y sin
distinción de grado. Sin embargo, la hemiplejia en la crítica continua hacia mi
persona, anónima e indirecta, persiste", escribió Aguerre.
"Si miro hacia atrás considero que a lo largo de mi
vida he sido coherente con mis valores y creencias, que he sabido escuchar y
respetar las diferencias pero actuando siempre según lo que yo considero correcto",
sentenció.
SANCIÓN
El general de Caballería Aguerre (58 años) es un
comandante en jefe que hacia afuera de la fuerza muestra un bajo perfil.
Ascendió al grado en 2006 por decisión del entonces
presidente Tabaré Vázquez. Fue nombrado jefe del Ejército en 2011, asumiendo el
1° de octubre de ese año en reemplazo del general Jorge Rosales, que pasó a
retiro luego de permanecer cinco años seguidos en el cargo de comandante.
En su discurso de asunción, Aguerre aludió a la dictadura y
dijo que "evidencias del pasado afectan moralmente a la fuerza y sus
integrantes" por lo que instó a mirar hacia el futuro.
En 2006 el general Aguerre fue sancionado junto al general
Miguel Dalmao y al entonces comandante en jefe Carlos Díaz por haber
participado en una reunión de camaradería en el Cortijo Vidiella (residencia
del Ejército utilizada por los comandantes con fines sociales) con el
expresidente Julio María Sanguinetti y el exministro de Defensa Yamandú Fau sin
informar a la ministra de Defensa Azucena Berrutti ni al presidente Vázquez.
Por este hecho el comandante Díaz fue relevado del cargo -y
sustituido por el general Rosales- por orden expresa de Vázquez la mañana en
que se conoció la reunión. Tanto Aguerre como Dalmao recibieron una sanción
disciplinaria. Hoy, el general Dalmao está procesado con prisión por la
justicia debido a que fue hallado responsable en el caso de la muerte por
apremios físicos de la militante comunista Nybia Sabalsagaray durante la
dictadura.
"Será problema de él", afirmó el presidente del
club de los oficiales
El general Pedro Aguerre envió ayer mismo una nota al
presidente del Centro Militar (CM), coronel retirado Guillermo Cedrés,
explicando los motivos de su renuncia a la membresía, tras 40 años de
afiliación a la institución.
A la vez, remitió una circular a todos los generales del
Ejército en actividad en la cual explica que la dimisión se debió a la
intención de "preservar los valores" del Ejército. Aguerre ordenó que
se informe al total de la fuerza sobre la situación.
El coronel Cedrés, consultado por El País, declinó hacer
comentarios por el momento. Y adelantó que convocará a la comisión directiva
que encabeza para analizar la renuncia del comandante en Jefe. "Sobre eso
no voy a hablar nada, es problema de él. Hasta que el miércoles (mañana) haya
reunión de la comisión directiva no vamos a formular declaraciones como
institución", agregó.
En algunas reuniones del CM, particularmente cuando se
recuerda el Día de los caídos en defensa de las instituciones, se hacen fuertes
críticas hacia la izquierda en general y el actual gobierno del Frente Amplio
en particular.
EL LIBRO DE LA POLÉMICA
El general Pedro Aguerre Albano integró, siendo mayor, la
corriente constitucionalista 1815, impulsada a partir de 1964 por el fallecido
coronel Pedro Montañez para enfrentar el creciente proceso de
desnacionalización del Ejército y los insistentes rumores de golpes de Estado.
En los años 70 Aguerre formó parte del Comando Operativo organizado por el
Frente Amplio ante un eventual golpe de Estado.
Con un estilo sencillo, por
momentos marcial, Aguerre rescata el liderazgo de su camarada Montañez y
muestra que "no sólo la Armada estuvo contra el golpe de Estado de 1973.
También un grupo de oficiales del Ejército y de la Fuerza Aérea así como de
civiles se habían preparado, en el marco de las actividades de la 1815, para
enfrentar la amenaza a las Instituciones". En el libro, Aguerre relata con
sencillez algunos episodios indicativos de la ferocidad de la lucha de
facciones en la interna militar, como el frustrado atentado contra el general
Líber Seregni o los fallos de los Tribunales de Honor y de la Justicia Militar.
Pese a ser alertados de la persecución de que eran objeto los miembros de la
1815, Montañez y Aguerre decidieron permanecer en sus puestos. De ese momento
procede la frase de Montañez que titula el libro: "Hermano, trabajaremos
de presos".
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