Belela
Herrera fue homenajeada por su lucha por los derechos humanos
La Diaria - 8 de diciembre de 2018 | Política Foto: Federico Gutiérrez
Belela Herrera durante el homenaje que le realizó la Junta Departamental de Montevideo. |
La
ex vicecanciller uruguaya reivindicó a las mujeres y recordó a Luisa Cuesta.
Ayer,
en la peatonal Sarandí, se descubrió una baldosa con un sol gigante y un
nombre: el de la luchadora por los derechos humanos Belela Herrera. La Junta
Departamental de Montevideo decidió homenajearla por su dedicación,
perseverancia, lucha y defensa de los derechos humanos.
La
presidenta de la Junta Departamental, la edila Gimena Urta, hizo referencia a
su “lucha” y a su “compromiso” por los derechos humanos a lo largo de toda su
vida. Destacó la “coherencia” entre lo que piensa y lo que hace, y el “valor”
de esta mujer que logró salvar la vida de miles de personas y familias que
huían de las dictaduras de América Latina.
El homenaje, añadió Urta, también es
un mensaje hacia el futuro: “Este sol, que recuerda la lucha y el compromiso de
esta mujer a lo largo de su vida, es una marca contra el olvido, es poner en
valor esa lucha y reivindicarla como el camino hacia una mejor sociedad. Es
también un mensaje hacia el futuro. Un futuro en el que seguiremos dando pelea
por esas banderas y en el que tendremos la referencia de Belela”.
La
historia de la edila Graciela Villar, una de las oradoras del homenaje, fue una
de esas tantas que se entrecruzaron con la de Belela. La edila comenzó su
discurso pidiéndole disculpas: “Sé que ella no quería este homenaje, porque
entiende que lo que hace es lo que tiene que hacer y, por tanto, no amerita
distinción”.
Sin embargo, para Villar, esa mujer madre de cinco hijos, abuela
de 12 nietos, que en su Fiat 600 recorrió las calles de Chile buscando un lugar
para aquellos que “disparaban del horror, de la miseria, del asesinato en
masa”, merece un sol en uno de los lugares más concurridos de Montevideo:
“Belela representa muchas cosas, pero fundamentalmente representa la humanidad
que queremos destacar, el compromiso con el otro sin esperar nada a cambio, ese
deber ser que no se pone en el discurso, que se vive en los hechos”, rescató.
Villar continuó relatando su propia experiencia: en 1982, estando clandestina
en Argentina, con dos hijos, sin saber a dónde ir, fue “de la mano de Belela”
que pudo retornar al país.
Belela Herrera durante el homenaje que le realizó la Junta Departamental de Montevideo. |
Villar
recordó una frase que Belela dijo una vez y que, para ella, la define
totalmente: “El grito de los desaparecidos, esa conciencia desgarrada de
nuestro continente, es la que la convoca y nos convoca a esa lucha por la
justicia y la paz”. “Este sol, en este lugar, donde van a transitar muchos
jóvenes, es para tus nietos, Belela, para que sientan el enorme orgullo de
haber tenido una abuela que es capaz de levantarse de su pequeñez para
transformarse en una mujer gigante, abrazándonos a todos, defendiéndonos a
todos y gritando en silencio y en voz baja, como lo hace ella, que vale la pena
luchar para defender los derechos humanos”.
Con
la timidez que la caracteriza, Herrera dijo que después de todas esas palabras
le costaba mucho poder transmitir todo lo que sentía. Sin embargo, llevó unas
palabras escritas en un papel porque entendió que “no podía vivir ese momento”
sin dar algún “mensajito”. “Cuando
pensaba en este reconocimiento, me preguntaba, parafraseando a Borges, ‘¿Qué
justificación la mía en este zaguán?’. Yo contestaría: Ninguna; salvo la
voluntad de reivindicar a las mujeres. Mujeres como la vieja y querida Luisa
Cuesta. A pocas horas de cumplirse los 70 años de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, su ejemplo nos inspira a profundizar nuestro compromiso
en la lucha por memoria, verdad y justicia”.
Mariana
Mota, directora de la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo,
la definió como una “mujer dedicada a pensar en los demás por encima de sí
misma, arriesgando en algunos momentos su propia vida”. En 1973, pasó a
integrar el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
y, como funcionaria, “ayudó a tanta gente a salir de la dictadura que hasta el
día de hoy la gente la recuerda porque sobrevivió gracias a ella”, dijo a la
diaria.
Herrera
también participó en la Comisión Nacional Pro Referéndum y fue presidenta de la
presidencia de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente
Amplio. De 1995 a 2005, fue directora de Cooperación y Relaciones
Internacionales de la Intendencia de Montevideo, cargo que dejó para
desempeñarse como vicecanciller entre 2005 y 2008. Mota destacó que, con 91
años, sigue “ayudando e interesada por las causas más diversas”; entre ellas
nombró su preocupación por los ex presos de Guantánamo y su reivindicación por
el voto en el exterior.
Miguel
Fernández Galeano, asesor del presidente de Administración de los Servicios de
Salud del Estado que se encontraba presente en el homenaje, dijo a la diaria
que Herrera era el ejemplo vivo de la diferencia entre la “reputación” y la
“notoriedad”: “Belela es toda reputación”. Para él, ella es la mayor representación de lo que es
la “coherencia” en relación a los derechos humanos, y recordó el papel que jugó
en Chile, “cuando se la jugó y articuló un montón de acciones para defender a
los exiliados uruguayos en plena dictadura”. Pero Belela no se quedó sólo allí,
acotó Fernández Galeano, y concluyó: “Estuvo trabajando con consecuencia y
tenacidad e incluso, cuando le tocó asumir responsabilidades de gobierno, nunca
perdió de vista el trabajar por los comunes”.
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