A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO
Montevideo Com - 26 6 13
Dictador Juan María Bordaberry |
El 27 de junio de 1973 el entonces
presidente Juan María Bordaberry anunciaba por cadena de radio y televisión la
d isolución del Parlamento, i niciando así el gobierno de facto que se extendería hasta 1985. Cuarenta años después, el hecho es conmemorado con talleres,
debates y actividades culturales. A ctividades del 27 de junio.
Este 27 de junio se realizarán
varias actividades en conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado, entre
las que se destacan las organizadas conjuntamente por la Universidad de la
República, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, el Plenario
Internsindical de trabajadores y el Instituto Cuesta Duarte.
A las 10.00 de la mañana comenzará
el Seminario-Taller: Haciendo historia: A 40 años del golpe de Estado en
Uruguay, del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Pasado Reciente, que
será en la Sala Azul coordinado por Vania Markarian y Aldo Marchesi
Luego de ello tendrá lugar un panel
llamado conceptualizando las resistencias, integrado por Claudio Barrientos,
Guilherme de Alencar Pinto, Carla Larrobla, Rodolfo Porrini y Diego Sempol
A las dos de la tarde, también en
la sala Azul se realizará el panel "Del autoritarismo burocrático al
terrorismo de Estado, integrado por Luciano Alonso, Gerardo Caetano, Emilio
Crenzel y Mariana Iglesias.
El tercer panel será
"Historias y Memorias" y está integrado por Ludmila da Silva Catela,
Álvaro de Giorgi, José Rilla y Graciela Sapriza.
A las siete y media de la tarde se
realizará una actividad en la Sala Cultural del Teatro Solís, en donde se
presentará "Huellas: a 40 años del golpe", una producción de TV
Ciudad, realizada por Gonzalo Arijón, Álvaro Buela, Alicia Cano, José Pedro
Charlo, Juan Ignacio Fernández, Pablo Stoll y Walter Tournier.
Cuarenta años después
En conversación con Montevideo
Portal, el senador frenteamplista Carlos Baraibar, recordó el 27 de junio de
1973. El entonces diputado por el Partido Demócrata Cristiano, Carlos Baraibar,
se encontraba en la ciudad de Budapest, participando de un evento de jóvenes
demócratas cristianos.
”Yo era secretario general de la
juventud demócrata cristina de América Latina, viajé a Budapest donde estaba la
federación mundial de la juventud democrática, cuando estaba allí me enteré que
había habido Golpe de Estado y como tenía previsto volver al otro día, volví al
Uruguay. A mí me llamaron por teléfono, no era una sorpresa. Incluso yo, cuando
pedí licencia oficial para salir del Parlamento, cuando agradecí la licencia
dije ´cuando vuelva, si puedo, voy a hacer un informe´, eso fue en los primeros
días de junio”.
”Fue una crónica de una muerte
anunciada, lo que vivimos en el Parlamento en todo el período desde su
instalación en el 72 al 73 fue en el marco de una confrontación muy dura y la
aprobación de leyes represivas, muchas de ellas votadas por el Partido Nacional
también (además del Colorado)”, señaló Baraibar agregando que después fueron
“víctimas de las leyes que votaron”.
”Fueron leyes que se habilitaron
pensando en que dándole más poder al Poder Ejecutivo se iba a poder neutralizar
lo que era el avance militar, que al final no se logró”, señaló mencionando la
Ley del Estado Peligroso, o el Estado de Sitio.
Al ser consultado sobre la
posibilidad de una autocrítica por parte del sistema político, particularmente
vinculada a los hechos de febrero y los comunicados 4 y 7 que fueron apoyados
por varios sectores de izquierda, por considerar que se trataba de una
emergencia de corte “peruanista” en la interna de las Fuerzas Armadas.
”Yo estaba en contra de esa posición,
de tener cierta expectativa sobre el lineamiento progresista que podían tener
los comunicados 4 y 7, tenía claro que el proceso iba en la dirección que tuvo
finalmente. No compartía esa apreciación, pero hubo cierta expectativa con
miras a la experiencia del proceso peruano, de Velasco Alvarado, que era una
revolución no democrática pero sí progresista. Yo simpatizaba con ese proceso,
pero decía que ese proceso era característico de la situación en Perú, pero no
era trasladable a Uruguay, y que algunos rasgos de progresismo que podían tener
los comunicados 4 y 7, no eran suficiente para marcar una orientación en ese
sentido”, afirmó el senador.
Baraibar agregó que el 9 de febrero
“no se apoyó a (Juan María) Bordaberry porque el gobierno de Bordaberry era
claramente antipopular, no había posibilidades de apoyarlo y la prueba está que
terminó siendo el conductor de la represión y la dictadura hasta 1976 y se
abrió cierta expectativa, fundamentalmente del Partido Comunista y del PDC que
yo integraba pero tenía discrepancia con esa posición, junto con Carlos
Zubillaga.
El senador agregó que otro de los
indicios contra toda esperanza al proceso que podría emerger de los comunicados
fue que ellos fueron impulsados por el gral. Trabal “y el Gral Trabal fue desplazado
y dejó de tener incidencia, en la conducción de las FFAA. Quien podría conducir
ese proceso rápidamente fue marginado”.
Las palabras de Juan María
Bordaberry el 27 de junio
“Afirmo hoy, una vez más y en
circunstancia trascendentes para la vida del país, nuestra profunda vocación
democrática y nuestra adhesión sin reticencias al sistema de organización
política y social que rige la convivencia de los uruguayos. Y va con ellos
entonces el rechazo a toda ideología de origen marxista que intente aprovechar
de la generosidad de nuestra democracia, para presentarse como doctrina
salvadora y terminar como instrumento de opresión totalitaria. Este paso que
hemos tenido que dar no conduce y no va a limitar las libertades ni los
derechos de la persona humana. Para ello y para su vigilancia estamos nosotros
mismos; para eso además hemos cometido esas funciones al Consejo de Estado y
más allá, aún por encima de todo ello, está el pueblo uruguayo que nunca dejó
de avasallar sus libertades”, afirmó Bordaberry en cadena de radio y
televisión.
En la biografía escrita por Miguel
Ángel Campodónico, Juan María Bordaberry señaló: “Cuando se dice que con la
disolución del Parlamento dejó de existir el Estado de Derecho, porque el
decreto del Poder Ejecutivo no tenía el respaldo de ningún texto
constitucional, se olvida que la situación a la que había llegado el país
obligaba a disolverlo (.) "El Uruguay estaba en un punto en el que corría
el riesgo de perder mucho más que el Parlamento, ya que este órgano estaba actuando
contra la sociedad misma".
Como respuesta al golpe, la
Convención Nacional de Trabajadores llamó a la huelga general que duró casi dos
semanas: "Nosotros ya sabíamos desde la tardecita que se iban a disolver
las cámaras, entonces mi tarea fue ir por todas las sedes sindicales, a avisar
que no se trataba de un paro de 24 horas, sino de una huelga porque venía la
dictadura. ( ) Lo que predominaba no era tanto el miedo sino la rabia y el
fastidio por lo que los militares iban a hacer, en ese momento sólo sabíamos
que tendría tendencias de dictadura fascista y que las fábricas serían
desocupadas, pero nada más", afirmó el secretario de COFE Luis Iguini en
anteriores declaraciones a Montevideo Portal.
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