Junta Departamental de Canelones denominó
Camino de los Fusilados a la Ruta 70

La decisión se adoptó en homenaje a María de los Angeles Corbo, Graciela
Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum y Floreal García, víctimas del Terrorismo de Estado cuyos
cuerpos, acribillados a balazos, fueron
encontrados, en las primeras horas del 21 de diciembre de 1974, en plena zona
rural, a trescientos metros de la intersección de la misma con la Ruta 9.

María de los Angeles Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha
Hernández, Héctor Brum, Floreal García y Julio Abreu, sobreviviente del
operativo represivo junto con Amaral García, un niño en la época, residían en
Buenos Aires, habiendo escapado de la furia represiva instalada en Uruguay a
partir del 15 de abril de 1972 en que se estableció el Estado de Guerra Interno
y se otorgaron amplísimas potestades represivas a las fuerzas armadas.
Un operativo de las
Fuerzas Armadas en el Plan Cóndor

Posteriormente fueron trasladados a Uruguay en forma secreta,
mantenidos desaparecidos en la casa de Punta Gorda conocida como “infierno
chico”, lugar de torturas de los servicios represivos de la OCOA (Organismo
Coordinador de Operaciones Antisubversivas) en la época, para ser ejecutados el
21 de diciembre como supuesta represalia por la muerte en Francia del Cnel.
Ramón Trabal.

Su ejecución ser evaluada a la luz de los enfrentamientos
internos de los grupos y camarillas que pugnaban por el poder interno dentro de
las FFAA que ya eran el centro dominante de la dictadura cívico – militar que
encabezaba Juan María Bordaberry, electo por el Partido Colorado en las
elecciones de 1971.
Una ejecución
institucional
De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes y de
familiares de las víctimas, la decisión de ejecutar a María de los Angeles
Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum y Floreal García fue
adoptada formalmente por el Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) de la época
que presidía el fallecido dictador Juan María Bordaberry, lo integraban los
Comandantes de las tres fuerzas, y del cual era Secretario el actual convicto,
por otros crímenes, Tte. Gral ® Gregorio “Goyo” Alvarez.
El crimen fue perpetrado con premeditación y alevosía, luego
de una decisión adoptada a los más altos niveles del Estado, sin ninguna
justificación, al margen de todas las normas legales, en supuesta represalia
por la muerte del Cnel. Trabal y con el claro propósito de amedrentar a todos
aquellos que levantaban las banderas de la resistencia y de la lucha dentro y
fuera del país.
La sociedad civil
organizada: un rol decisivo en la Memoria.
La solicitud a la Junta Departamental de Canelones de
denominar Camino de los Fusilados a la Ruta 70 fue formulada por la Comisión de
Homenaje a los Fusilados de Soca integrada por vecinos de la zona donde
aparecieron los cuerpos y también por Crysol, entre otras organizaciones sociales
y de DDHH que luchan por Verdad, Justicia, Reparación y Memoria para asegurar
que Nunca Más haya terrorismo de Estado.

Una causa judicial
abierta: la muralla caerá.
El esclarecimiento judicial de este cruel episodio represivo
del año 1974, ejecutado en el marco del “Plan Cóndor”, era tramitado por la
Dra. Mariana Mota quien fue apartada al área civil por una decisión de la
Suprema Corte de Justicia (SCJ) en febrero de este año, que ha merecido la más
amplia repulsa a nivel nacional e internacional, para impedir que el mismo
avanzara.

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