El pasado domingo 27 de marzo se llevó a cabo el referéndum convocado para derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). En el anca de un piojo, el pronunciamiento popular fue incuestionable: triunfó el gobierno por muy escaso margen. Ante el resultado, el general retirado Guido Manini Ríos señaló: “a todos nos puso nerviosos”.
Un hecho significativo que ha sido poco mencionado, por no decir ignorado, a la hora de los análisis, aún de los más connotados expertos y analistas, es el muy bajo porcentaje de los votos en blanco que hubo. Normalmente, según los estudiosos, el porcentaje es de alrededor de un 2% y se le denomina “voto estructural”. En esta ocasión, según la Corte Electoral, fueron 29.119, un 1.3% de los votos emitidos. Disminuyó significativamente el número de los votos en blanco. Hay una clara explicación.
Los nostálgicos llamaron a votar en blanco
Aunque ante el resultado electoral han guardado un deliberado silencio, según informó El País el pasado 17 de enero, la portavoz de los nostálgicos del proceso, la Sra. Mercedes Vigil divulgó un audio entre sus seguidores convocando a votar en blanco. Según el matutino una de las razones era su desconformidad por no haber restablecido la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado. Dicha ley, ratificada por un referéndum y no anulada por un plebiscito fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia en octubre de 2009 mediante la Resolución 365/2009. La SCJ era presidida en ese momento por el Dr. Jorge Chediak, funcionario gubernamental de confianza en el gobierno actual.
En un sentido similar se expresó el coronel retirado y militante de Cabildo Abierto Arquímedes Cabrera quién organizó una campaña a favor de esta opción electoral. Solicitó educación laica, eliminar la ideología de género y las oficinas de esa materia, terminar con el asistencialismo del Mides, las pensiones vitalicias y liberar a los militares presos en la cárcel de Domingo Arena según lo consignó el Portal M24 el pasado 19 de febrero. Todos ellos militaron a favor del voto en blanco.
Los medios masivos de comunicación amigos
El Foro de Montevideo, liderado por Mercedes Vigil, que aboga por el restablecimiento de la ley de Caducidad y por una amnistía para todos los procesados y condenados por las graves violaciones a los derechos humanos desde junio de 1968, ha tenido amplios espacios para expresar y difundir sus puntos de vista, tanto en los medios escritos como en los televisivos y radiales.
Lo mismo ha ocurrido con los autodenominados “familiares de presos políticos”, defensores públicos de los represores que han sido procesados y/o condenados, con todas las garantías del debido proceso, por un poder independiente del Estado. En pocas semanas han tenido mayor exposición mediática que las organizaciones que representan a las víctimas en décadas.
Lacalle Pou los recibió en la Torre Ejecutiva
El año pasado el presidente de la República recibió al Foro de Montevideo en la Torre Ejecutiva y al Sr. Diego Flores en la residencia de Suárez. El resultado del plebiscito demanda una lectura atenta y pormenorizada de su parte. No se votaron ni ellos mismos y solo representan a los represores ya condenados y a quiénes lo serán en los próximos meses por imperio de la justicia.
En noviembre del año pasado la Corte Interamericana de DDHH condenó al Estado uruguayo en la Sentencia Diana Maidanik y otros, relacionada a los asesinatos de las Muchachas de abril y a la desaparición de Eduardo Luis González y Oscar Tassino.
Aunque los otrora avasallantes y prepotentes dueños del poder se presenten ahora lastimosamente y de manera implorante como víctimas de la democracia y de una justicia “politizada”, el Estado no puede ser indulgente ni complaciente con los responsables de los más graves crímenes que conoce nuestro país.
Crímenes de Lesa Humanidad
Al retornar a la democracia, mediante la Ley 15.737, en un acto soberano, el Estado uruguayo suscribió la Carta Interamericana de DDHH y aceptó la jurisdicción de la Corte Interamericana de DDHH. Todos los procesados y condenados lo han sido por delitos que se realizaron de manera masiva, sistemática y generalizada contra una población civil. Son crímenes de Lesa Humanidad: imprescriptibles e inamnistiables.
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Opinando N° 5 - Año 11 - Martes 5 de abril de 2022