De izquierda a derecha: Gastón Grisoni, Dr. Juan Raúl Ferreira, Amerigo Incalcaterra, Baldemar Taroco y Uberfil Martínez |
La breve reunión se llevó a cabo en la sede
de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo
(INDDHH).
Crysol
manifestó su respaldo a la Institución Nacional de DDHH y su preocupación por
el desconocimiento de algunas de sus recomendaciones por parte de algunas
instancias del Estado uruguayo y se le solicitó su apoyo.
Especialmente,
Crysol expresó su inquietud por la no implementación de la Resolución del 6 de
diciembre de 2012, acerca de las leyes reparatorias, por parte del Poder
Ejecutivo y la falta de compromiso, al respecto, del partido gobernante, que
hasta el momento no se ha pronunciado claramente en cuanto a la necesidad de
hacerlo, desvalorizando a la INDDHH por la vía de los hechos.
Con
el propósito de afirmar en la vida misma las normas de DDHH, asimismo se le
informó que Crysol se presentó formalmente ante el Consejo de DDHH de la
Organización de las Naciones Unidas solicitando al mismo que se expida al
respecto y observe al Estado uruguayo por desconocer a la INDDHH y sus
recomendaciones orientadas a dar cumplimiento a la Resolución 60/147 de la ONU.
La
INDDHH es el órgano de la democracia uruguaya con el cometido específico y
exclusivo de proteger, defender y promover los derechos humanos de todos los
ciudadanos.
La
creación de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHH),
en el año 2009, fue una gran conquista de la sociedad uruguaya, en cuya
gestación, con nuestros esfuerzos,
participamos activamente.
Con
la creación de la INDDHH se modernizó positivamente la institucionalidad
democrática y se profundizó la democracia reconquistada con la resistencia y la
lucha de los trabajadores y del pueblo uruguayo.
Las
instituciones nacionales de DDHH son escudos para los débiles, para los
ciudadanos más vulnerables y más desprotegidos de las sociedades. Los
banqueros, los grandes industriales y terratenientes, los dueños de los medios
de comunicación, las transnacionales, tienen los recursos, los medios, para
proteger y defender sus intereses, sin tener que recurrir a órganos como la
INDDHH.
El
capitalismo ya ha demostrado que no es
alternativa para el futuro de la humanidad. El régimen que lo sustituya
se asentará en la plena vigencia de los principios democráticos, de la libertad, en su profundización,
desarrollo y extensión. Las normas de derechos humanos son y serán el pilar
básico y esencial de dicha sociedad.
El
fortalecimiento, desarrollo y potenciación de la INDDHH es imprescindible para
afirmar y profundizar la democracia uruguaya, para afirmar la libertad y los
derechos de los ciudadanos frente al gobierno, los poderes y la burocracia
estatal. Es muy veleidosa la probidad de los hombres. Los 200 años de historia
de nuestro país lo han demostrado.