La institucionalidad democrática que disfruta nuestro país es una gran conquista del pueblo uruguayo. Sin negar el contexto exterior favorable, fruto de la solidaridad internacional organizada, que influyó positivamente en que se hallara una salida, la democracia fue una conquista popular. Es el resultado de luchas, de movilizaciones, de resistencia, en forma individual y colectiva, en Montevideo y en el Interior, dentro y fuera de fronteras. En esa batalla histórica las mujeres supieron participar activamente en todos los planos y en todos los frentes.
Los sectores populares demostraron una gran capacidad de sobreponerse a fuerzas muy superiores, de superar sus diferencias políticas e ideológicas, de unirse y de contribuir a la búsqueda de salidas constructivas.
Desde diferentes roles y lugares, en todo el proceso, las mujeres uruguayas jugaron un papel decisivo. Fueron detenidas desaparecidas, fueron asesinadas, fueron exiliadas, fueron clandestinas, lucharon en el mayor anonimato, fueron “rehenas”, fueron presas políticas, incluso niñas y adolescentes, en Cárcel Central, en Cabildo, en Carlos Nery, en el Hogar Yaguarón, en el Buen Pastor, en la Cárcel de Paso de los Toros, en la Cárcel del Este, en Punta de Rieles, en los centros clandestinos de detención y tortura, en Boiso Lanza, en Prefectura, en el Fusna y en diferentes cuarteles de todo el país.
Desde diferentes roles y lugares, en todo el proceso, las mujeres uruguayas jugaron un papel decisivo. Fueron detenidas desaparecidas, fueron asesinadas, fueron exiliadas, fueron clandestinas, lucharon en el mayor anonimato, fueron “rehenas”, fueron presas políticas, incluso niñas y adolescentes, en Cárcel Central, en Cabildo, en Carlos Nery, en el Hogar Yaguarón, en el Buen Pastor, en la Cárcel de Paso de los Toros, en la Cárcel del Este, en Punta de Rieles, en los centros clandestinos de detención y tortura, en Boiso Lanza, en Prefectura, en el Fusna y en diferentes cuarteles de todo el país.
Doblemente criminalizadas
Durante el proceso iniciado el 13 de junio de 1968, las mujeres uruguayas y muy especialmente aquellas que estuvieron privadas de su libertad, las ex presas políticas, sufrieron doblemente el odio de los represores al servicio de los dueños del poder. Para ellos fueron un “botín de guerra” a su entera disposición y así actuaron. No les perdonaron haber quebrado el mandato machista y, en vez de cuidar su casa, sus hijos y familia, haber salido a cambiar el mundo, haber salido a enfrentar las Medidas Prontas de Seguridad de Jorge Pacheco Areco, la dictadura cívico militar y el terrorismo de Estado.
Los centros de reclusión, las cárceles, formales e informales, diseñados para la destrucción física, síquica y moral, fueron transformados, por su amor a la vida, a sus convicciones y valores, en centros de resistencia y enfrentamiento, basadas en la solidaridad diaria e inquebrantable, enfrentando, incluso, el hostigamiento directo, como autoridades carcelarias, de sus torturadores y abusadores como Jorge “Pajarito” Silveira y José “Nino” Gavazzo.
La democracia uruguaya no le debe nada a las Fuerzas Armadas, a las gremiales de los poderosos y dueños del país, a los sectores más conservadores de los Partidos Nacional y Colorado. Mucho menos al vocero oficial de la dictadura: el matutino El País. El plebiscito constitucional de 1980 puso al desnudo el proyecto institucional de nación que proyectaban y que pretendían legitimar, profundamente antidemocrático y antipopular. La histórica derrota que sufrieron generó las condiciones para un retroceso que cristalizó en el retorno a la democracia en 1985.
Un memorial para la Memoria histórica del país
Desde hace años Crysol viene trabajando activamente para que exista un Memorial que reconozca y homenajee a las ex presas políticas, por su contribución a la reconquista de la democracia y de la libertad.
La Intendenta de Montevideo Ing. Carolina Cosse asumió el desafío de trabajar para que en la capital haya un Memorial que rinda homenaje a las ex presas políticas de todo el país por su contribución al restablecimiento de la democracia y el Estado de derecho.
El jueves 9 de junio, a las 12.30 horas, en el Espacio Julia Arévalo, frente al anexo del Palacio Legislativo, habrá una sencilla ceremonia para dar comienzo a las trabajos de construcción del Memorial que será inaugurado a la brevedad.
El proceso iniciado el 13 de junio de 1968 y que desembocó en el terrorismo de Estado fue una tragedia que sufrió nuestro país para que los ricos fueran más ricos. El triunfo popular se basó en una activa y protagónica presencia femenina que Crysol siempre ha reivindicado.
Este Memorial es muy importante en la lucha contra el revisionismo histórico de los Cabildantes y del partido de la impunidad. Para afirmar la democracia y seguir avanzando en la construcción del Nunca Más terrorismo de Estado, este jueves, todos estaremos presentes.
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Opinando N° 8 – Año 11 – Martes 7 de junio de 2022