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sábado, 23 de noviembre de 2019

El pueblo decidirá


Haciendo gala de la incontinencia verbal y de la anorexia cívica que ha caracterizado sus últimos 47 años de existencia, el día de ayer, viernes 22 de noviembre, el Centro Militar ha difundido un comunicado público expresando su adhesión a la fórmula Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón en el acto eleccionario del domingo 24 de noviembre, gratificándose ante un eventual triunfo de la misma.


El derecho a elegir a sus gobernantes en democracia y en libertad  el último domingo de noviembre cada 5 años,  es una conquista histórica del pueblo uruguayo todo, en primer lugar  de sus trabajadores, de los miles y miles de ciudadanas y ciudadanos que por más de una década resistieron el golpe cívico militar y la más oscura y abyecta dictadura. Es una conquista histórica que tuvo en el NO de noviembre de 1980, rechazando la propuesta de Constitución del gobierno del general Gregorio Álvarez, su más alta y digna expresión.

En este país, la democracia y la libertad, los más sagrados derechos populares no le deben nada a las cúpulas militares y, mucho menos, al Centro Militar.

Como supo decir Alberto Candeau en aquella histórica jornada al pie del Obelisco, en 1983: “este es un pueblo que conoce sus derechos, sus deberes y sus responsabilidades. Porque es un pueblo con madurez y cultura cívica. Porque es capaz de dar al mundo ejemplos únicos y magníficos de altivez, coraje e Independencia, como el de aquel ya histórico 30 de noviembre de 1980 cuando dijo NO a la imposición de los detentadores del poder. 

Prometeo fue grande porque supo decir que no a los dioses. 

Y el pueblo uruguayo es grande porque supo decir que no a los dioses con pie de barro. A quienes, asentados en la fuerza, pretendieron legitimar la usurpación de nuestros derechos sagrados en un proyecto de Constitución que desconocía toda la tradición democrática y republicana de la patria.”

La desaparición forzada de ciudadanos por parte de funcionarios del Estado es una práctica  represiva cruel e inhumana que merece la mayor de las condenas en todos los planos. Una práctica auténticamente condenable y repugnante.

La investigación, el esclarecimiento y la sanción de las graves violaciones a los DDHH es el principal camino a recorrer para que ellas no vuelvan a ocurrir. Es un legítimo  derecho de los familiares y es una necesidad estatal irrenunciable.  Es un camino imprescindible para afirmar las normas de derechos humanos, las disposiciones legales, el Estado de Derecho y afirmar la institucionalidad democrática.

Cualquiera sea el resultado de la contienda electoral del día de mañana, en el marco de la institucionalidad democrática que prevee la alternancia de los partidos gobernantes si es la voluntad de los electores, seguiremos unidos y movilizados, junto a los trabajadores y el pueblo todo, batallando por afirmar la democracia y las normas de Derechos Humanos y el juzgamiento y prisión de los responsables de los Crímenes de Lesa Humanidad: imprescriptibles e inamnistiables.

Llamamos a todas las fuerzas democráticas y patrióticas a repudiar estas declaraciones de visiones trasnochadas y nostálgicas, ajenas al gran sentimiento nacional.

Verdad, Justicia, Memoria

Nunca Más, terrorismo de Estado
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