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sábado, 2 de noviembre de 2013

Los Fusilados de Soca hacen camino

Junta Departamental de Canelones denominó Camino de los Fusilados a la Ruta 70



El viernes 25 de octubre la Junta Departamental de Canelones, en emotiva sesión, con la presencia del Intendente Dr. Marcos Carámbula y altas autoridades departamentales, con la asistencia del Dr. Juan Raúl Ferreira, presidente de la INDDHH y numeroso público, con los votos del Frente Amplio y del Partido Nacional, aprobó que la actual Ruta 70 pase a denominarse Camino de los Fusilados.


La decisión se adoptó en homenaje a  María de los Angeles Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum y Floreal García,  víctimas del Terrorismo de Estado cuyos cuerpos, acribillados a balazos,  fueron encontrados, en las primeras horas del 21 de diciembre de 1974, en plena zona rural, a trescientos metros de la intersección de la misma con la Ruta 9.


Al designar a la actual Ruta 70  Camino de los Fusilados, la Junta Departamental de Canelones rindió  homenaje a un grupo ciudadanos que fueron salvajemente asesinados, con premeditación y alevosía, por resistir y enfrentar a la dictadura militar. Al hacerlo, a casi 39 años de los sucesos, puso de manifiesto su  repudio al golpismo y su compromiso con la democracia, la libertad, los principios democráticos y las normas de DDHH como pilar esencial de una convivencia social pacífica y humanista.

María de los Angeles Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum, Floreal García y Julio Abreu, sobreviviente del operativo represivo junto con Amaral García, un niño en la época, residían en Buenos Aires, habiendo escapado de la furia represiva instalada en Uruguay a partir del 15 de abril de 1972 en que se estableció el Estado de Guerra Interno y se otorgaron amplísimas potestades represivas a las fuerzas armadas.

Un operativo de las Fuerzas Armadas en el Plan Cóndor


En el marco del Plan Cóndor que empezaba a funcionar en la región, fueron secuestrados por las Fuerzas Conjuntas (FFCC) uruguayas y  los servicios represivos argentinos  en los primeros días del mes de noviembre de 1974 en la ciudad de Buenos Aires y mantenidos en centros clandestinos en dicho país mientras se los torturaba.

Posteriormente fueron trasladados a Uruguay en forma secreta, mantenidos desaparecidos en la casa de Punta Gorda conocida como “infierno chico”, lugar de torturas de los servicios represivos de la OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas) en la época, para ser ejecutados el 21 de diciembre como supuesta represalia por la muerte en Francia del Cnel. Ramón Trabal.


La muerte en París del Cnel. Ramón Trabal nunca fue esclarecida totalmente. Sobran los testimonios que señalan que su designación como Agregado Militar en Francia tuvo el propósito de impedir su ascenso al generalato y él mismo, conocedor de la interna militar, llegó a declarar que no regresaría vivo al país.

Su ejecución ser evaluada a la luz de los enfrentamientos internos de los grupos y camarillas que pugnaban por el poder interno dentro de las FFAA que ya eran el centro dominante de la dictadura cívico – militar que encabezaba Juan María Bordaberry, electo por el Partido Colorado en las elecciones de 1971.

Una ejecución institucional



De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes y de familiares de las víctimas, la decisión de ejecutar a María de los Angeles Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum y Floreal García fue adoptada formalmente por el Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) de la época que presidía el fallecido dictador Juan María Bordaberry, lo integraban los Comandantes de las tres fuerzas, y del cual era Secretario el actual convicto, por otros crímenes, Tte. Gral ® Gregorio “Goyo” Alvarez.

El crimen fue perpetrado con premeditación y alevosía, luego de una decisión adoptada a los más altos niveles del Estado, sin ninguna justificación, al margen de todas las normas legales, en supuesta represalia por la muerte del Cnel. Trabal y con el claro propósito de amedrentar a todos aquellos que levantaban las banderas de la resistencia y de la lucha dentro y fuera del país.

La sociedad civil organizada: un rol decisivo en la Memoria.

La solicitud a la Junta Departamental de Canelones de denominar Camino de los Fusilados a la  Ruta 70 fue formulada por la Comisión de Homenaje a los Fusilados de Soca integrada por vecinos de la zona donde aparecieron los cuerpos y también por Crysol, entre otras organizaciones sociales y de DDHH que luchan por Verdad, Justicia, Reparación y Memoria para asegurar que Nunca Más haya terrorismo de Estado.


A 300 metros de la intersección de la exRuta 70 con la Ruta 9, lugar en que fueron encontrados los cuerpos de María de los Angeles Corbo, Graciela Estefanell, Mirtha Hernández, Héctor Brum y Floreal García en las primeras horas del 21 de diciembre de 1974, en el año 2007 la Comisión de Homenaje a los Fusilados de Soca, erigió  un Memorial Recordatorio donde todos los años se los recuerda y homenajea en un acto militante, a pesar de la lejanía del lugar.

Una causa judicial abierta: la muralla caerá.

El esclarecimiento judicial de este cruel episodio represivo del año 1974, ejecutado en el marco del “Plan Cóndor”, era tramitado por la Dra. Mariana Mota quien fue apartada al área civil por una decisión de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en febrero de este año, que ha merecido la más amplia repulsa a nivel nacional e internacional, para impedir que el mismo avanzara.



La Ley 18 831 restableció plenamente la pretensión punitiva del Estado. El tiempo en que estuvo vigente la Ley de Impunidad no puede ni debe computarse a los efectos del cálculo prescripcional de los delitos. La justicia tiene la obligación de investigar y esclarecer todos los crímenes de Lesa Humanidad, identificar a los responsables intelectuales y materiales y sancionarlos para evitar que ellos vuelvan a repetirse. Ahora, además, cuenta con una Unidad Especializada en el Ministerio del Interior como apoyo para sus obligaciones, también, imprescriptibles.

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