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miércoles, 6 de julio de 2011

Hallan una fosa en España


SERIA DE LOS FERROVIARIOS REPUBLICANOS ASESINADOS EN LA LEGUA

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Con el descubrimiento en Burgos se puso en evidencia a los historiadores franquistas, quienes informaron sobre menores cifras de cuerpos de los que efectivamente se encontraron, dijo la ONG que condujo la búsqueda.

Sesenta cuerpos de un grupo de trabajadores fusilados durante la Guerra Civil Española fueron exhumados ayer de una fosa en la ciudad de Burgos.

El hallazgo en la localidad norteña es muy significativo, destacó ayer la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Con el descubrimiento se puso en evidencia a los historiadores franquistas, que informaron sobre menores cifras de cuerpos de los que efectivamente se encontraron, señaló la ARMH en un comunicado. Entre lunes y martes, los arqueólogos y forenses de la Sociedad de Ciencias de Aranzadí dieron con los cerca de sesenta cuerpos durante los trabajos para intentar encontrar la llamada fosa de los ferroviarios, agregó el comunicado.

Por la ubicación y la cantidad de restos humanos encontrados, los investigadores manejan la hipótesis de que se trataría de La Legua, la fosa con los cuerpos de un grupo de trabajadores sindicalizados del ferrocarril asesinados a comienzos de la Guerra Civil Española (1936-1939). Los trabajos en esta fosa, situada cerca de la población de Gumiel de Izán, incluyen la identificación de los cuerpos y la búsqueda de familiares.

Para la ARMH, las víctimas en esta región fueron más de 700 personas. El investigador José Ignacio Casado también habla de 700 muertos no identificados en Burgos en 1936. El monte de Costaján, en Aranda de Duero, fue una de las zonas calientes de la represión franquista. Esta parte de la provincia de Burgos fue utilizada para asesinar de forma masiva y organizada a cientos de civiles desde el verano de 1936, afirmó José María Rojas, autor de varias investigaciones sobre la represión en Burgos y que colabora en los trabajos de exhumación de la fosa en las proximidades del monte.

La cercanía de este espacio natural con la cárcel de Aranda de Duero facilitó las llamadas sacas, en las que las autoridades franquistas sacaban a los presos del penal y, amparados en la impunidad del anonimato, fusilaban a los civiles detenidos sin dejar constancia.

Pero algunos vecinos de los pueblos de esta zona de la ribera burgalesa recuerdan estos episodios y pueden indicar el lugar de las fosas comunes. “Es una fosa muy conocida en la zona pero hay poca información sobre ella”, explicó Rojas. “Un vecino me indicó el punto exacto y comenzamos la investigación”, recuerda. Rojas participó en varios de los trabajos de exhumación que, desde 2003, recuperaron centenares de cuerpos en la provincia de Burgos. “Sabemos que asesinaron en la zona a un grupo el 18 de agosto de 1936, tras una detención masiva de trabajadores del gremio”, dijo Rojas.

La fosa tiene 40 metros de largo y se encuentra junto a la antigua Ruta Nacional. Los ferroviarios eran en su mayoría militantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Unión General de Trabajadores (UGT) de España. El próximo paso será buscar señales que brinden pistas para identificar a los restos, tales como uniformes u objetos relacionados a la profesión de los fusilados.

En otras fosas encontradas en los alrededores de Aranda de Duero se descubrieron cuerpos uniformados con insignias y distintivos de ferroviarios pero no en número tan masivo, informó la ARMH. Luego, la tarea de localizar a las familias es el paso más difícil, ya que en su mayoría no eran vecinos de Aranda, sino trabajadores trasladados a ese pueblo por razones laborales. Muchas de esas familias abandonaron la zona cuando terminó la guerra.

A 500 metros de la fosa abierta ayer, en 2003 fueron exhumados los restos de 83 civiles fusilados hace 75 años. “Esta fue una zona de excesos”, explicó Rojas. Desde entonces, el equipo de la ARMH ha localizado a 429 cuerpos en una veintena de entierros clandestinos y exhumado a más de 800 en toda la provincia de Burgos.

La ARMH, formada por familiares de víctimas y voluntarios, comenzó hace 10 años la apertura de fosas comunes en toda España para buscar e identificar a desaparecidos de la Guerra Civil, principalmente del bando perdedor, y desde entonces ha abierto unas 150 y exhumado más de 1500 cadáveres con muy poca ayuda pública y del Estado.

El Parlamento español aprobó en 2007 la Ley de Memoria Histórica para reconocer a las víctimas, pero la ARMH y otras asociaciones reclaman al gobierno una participación más activa para la búsqueda de los desaparecidos, 114.000 personas durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo según datos de una investigación iniciada por el juez español Baltasar Garzón en 2008.

El gobierno español publicó en mayo un mapa con más fosas comunes que contabilizaron con víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista posterior, de las cuales sólo se han abierto 329. Ese mapa identifica 2246 fosas comunes en toda España, donde podrían hallarse los restos de unas 100 mil personas. La mayoría se ubica en las regiones de Aragón y Andalucía, aunque también en Asturias, Castillas y León, Cataluña, Galicia y Madrid, entre otras.

En el sitio de Internet del gobierno español, Memoria Histórica, pueden distinguirse según una clave entre distintos colores las fosas exhumadas, las exhumadas de manera parcial, las que desaparecieron bajo alguna infraestructura o las que aún no fueron halladas. Para la ARMH estos cuerpos de Gumién de Izán –que se suman a los 84 hallados en 2003 en el cercano monte de Costaján– desmienten las cifras reveladas por historiadores franquistas, que indicaban que en la provincia de Burgos se habían producido 761 asesinatos. Con la exhumación de ayer, ya se superaron los 800 cuerpos encontrados en la provincia.

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