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jueves, 19 de agosto de 2010

Restos de Benaroyo recibieron sepultura


Era uruguaya. Estaba desaparecida desde 1975. Fueron repatriados desde Chile.

La República. 19 8 10

Inhumación. Ceremonia con familiares y jerarcas de gobierno.

Los restos de la ciudadana uruguaya, de origen rumano, Mónica Cristina Benaroyo Pencu, identificada en 2008 por las autoridades del gobierno chileno, tras permanecer más de 35 años desaparecida, fueron inhumados ayer en una solemne ceremonia desarrollada en el Complejo Martinelli.

Los familiares de Benaroyo Pencu, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, y la titular de la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz (Comipaz), Soledad Cibils, participaron de la emotiva jornada, la cual puso fin a una larga espera. Los restos de Benaroyo finalmente recibieron sepultura.

La entrega de los restos de la ciudadana uruguaya se hizo efectiva el pasado lunes por integrantes del gobierno chileno a la titular de la Secretaría de Seguimiento de la Comipaz y el embajador de Uruguay en Chile, Carlos Pita, tras lo cual fueron repatriados para su inhumación.

Los restos fueron identificados por integrantes del Servicio Médico Legal chileno, tras la utilización de modernas técnicas de identificación. El cuerpo de la ahora ex desaparecida uruguaya fue encontrado por un soldado mientras realizaba maniobras de adiestramiento en un recinto militar en Pampa Chica, ubicado en las proximidades de Arica, en el extremo norte del país trasandino.

El cuerpo fue encontrado momificado, decapitado y boca abajo, pero conservaba sus ropas, encontrándose en las mismas una caja de cigarrillos marca "Hilton" que se fabricaba en Chile a fines de los años sesenta.

La identificación se logró a través de las huellas dactilares que se cotejaron con la base de datos del Registro Civil en Santiago, donde Benaroyo había tramitado documentación legal, a pesar de la momificación operada sobre el cuerpo.

La momificación llevó a practicar un sistema de hidratación de las yemas de sus dedos que permitió obtener registros dactilares para su comparación con el registro público. Benaroyo, de nacionalidad uruguaya, había nacido en Rumania y se había radicado en Chile en 1973, tras el golpe de Estado en Uruguay.

Profesora de filosofía, se instaló en la ciudad de Arica, pero en los albores del golpe de Estado del general Augusto Pinochet fue invitada a dar clases en Cuba. El resto de su historia es una incógnita. El caso no había sido presentado ante la organización de Madres y Familiares de Desaparecidos, y recién fue denunciado ante la Comipaz durante el gobierno de Jorge Batlle. El caso no fue confirmado entonces por el Estado chileno, por lo cual no fue incluido dentro del Informe final de la Comipaz, según el libro "A todos ellos".

"DESCANSA EN PAZ"

El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, afirmó que la inhumación de los restos de Benaroyo implica "emociones que se mezclan", por cuanto es un "epílogo doloroso" más allá de la relevancia de la reaparición y sepelio de los restos de una detenida-desaparecida.

"Es un epílogo doloroso, pero que de alguna manera nos conforta porque los restos de una uruguaya detenida-desaparecida en Chile descansan ahora en paz. Son emociones que se mezclan", dijo Breccia visiblemente emocionado. "Al mismo tiempo, (es) la confirmación del trabajo por la Secretaría de Seguimiento de la Comipaz que no queda en esto porque hay otra cantidad de asuntos de los cuales se está encargando y a los cuales el Poder Ejecutivo intentará prestarle el debido respaldo". En este sentido, Breccia afirmó que el Poder Ejecutivo analiza los montos presupuestales para sustentar la labor de la Secretaría de Seguimiento de la Comipaz.

Asimismo, el secretario de la Presidencia destacó la "abnegada" tarea de Cibils para lograr la repatriación de los restos de Benaroyo, así como los contactos entablados por la Secretaría de Seguimiento con las autoridades de las secretarías de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
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