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lunes, 11 de enero de 2021

Pedido de venia para el coronel Jorge Fernández

                  Una venia sin justificación y un mensaje preocupante

El Poder Ejecutivo ha solicitado la venia para el ascenso a general del actual coronel Jorge Ignacio Fernández, de acuerdo a lo informado por El Observador, a través de su cronista, siempre bien informado de la interna militar, Leonardo Haberkorn, quien dió la alerta el pasado sábado 9 de enero.


Captura de pantalla de Facebook de Jorge Ignacio Fernández

El fortalecimiento de la institucionalidad democrática supone que los mandos superiores de las Fuerzas Armadas estén conformados por profesionales de sólidas convicciones democráticas y una trayectoria intachable al respecto, además de poseer habilidades y formación específica.

El coronel Jorge Fernández, está documentado, permitió el ingreso a la unidad militar que comandaba y extendió por dos veces la constancia del vida del prófugo de la Justicia   coronel retirado Pedro Mato Narbondo en el departamento de Rivera.

Gracias a la activa colaboración del coronel Jorge Fernández,  Pedro Mato Narbondo se mantiene prófugo de la justicia uruguaya y de la italiana la cual lo ha condenado por su participación en los crímenes del Plan Cóndor.

Asesino de Luis Batalla

En abril del año 1972, el Parlamento aprobó el Estado de Guerra Interno y habilitó con ello a que las Fuerzas Conjuntas, integradas por las tres fuerzas y la Policía, desataran una masiva y generalizada represión en todo el país. Las detenciones al amparo de la justicia militar se vieron acompañadas por el uso masivo, sistemático y generalizado de las torturas a los prisioneros. Luis Batalla, “Lucho”, militante del Partido Demócrata Cristiano (PDC) fue el primer uruguayo asesinado por torturas en una dependencia militar. Ocurrió en el departamento de Treinta y Tres.

El expediente judicial aún está en vías de resolución, pero Pedro Mato Narbondo está sindicado como uno de los asesinos de Batalla y desde hace años se mantiene prófugo de la justicia. Al igual que lo hiciera también en su momento el coronel retirado Manuel Cordero, hoy preso en la República Argentina, Mato Narbondo se trasladó a vivir a Santana do Livramento para evadir a la justicia y seguir cobrando su pensión militar que le permite vivir con toda comodidad.

Brindó colaboración a un terrorista estatal

Mientras el actual coronel Fernández era el jefe del cuartel de Rivera, Mato Narbondo ingresó en reiteradas ocasiones a las dependencias militares y dialogó amigablemente con el jefe de la unidad tal cual ha quedado debidamente documentado. Interrogado al respecto, tal como lo ha señalado la investigación de Mauricio Pérez en el semanario Brecha, Fernández mintió al declarar ante la Fiscal. Si bien no es un delito desde el punto de vista legal, es evidente que sus estándares éticos dejan mucho que desear en todos los planos.

Pedro Mato Narbondo  es uno de los llamados “militares del proceso” y es un connotado represor del terrorismo de Estado en Uruguay, vinculado directamente al asesinato de Luis Batalla en mayo de 1972.

Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini

En mayo de 1976 cuando el futuro del proceso cívico militar uruguayo estaba en discusión, un comando conjunto uruguayo – argentino secuestró al Dr. Manuel Liberoff, a Rosario Barredo, a William Whitelaw, al exsenador Zelmar Michelini y al expresidente de la Cámara de Representantes Héctor Gutiérrez Ruiz, en Buenos Aires. Los últimos cuatro aparecieron acribillados a balazos a los días de su secuestro. El líder del Partido Nacional Wilson Ferreira Aldunate salvó milagrosamente su vida.

Desde el regreso a la vida democrática hay fuertes e incuestionables testimonios que vinculan al coronel Pedro Mato Narbondo a los crímenes de Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini en Buenos Aires en 1976 y otras graves violaciones a los derechos humanos por las cuales fue condenado en Italia en el año 2019.

Promueven un coronel de dudosas credenciales

La activa colaboración del coronel Jorge Fernández con un criminal estatal demuestra una absoluta falta de adhesión de su parte a los principios republicanos de gobierno y por lo mismo su perfil personal es incompatible con ocupar altos cargos en las Fuerzas Armadas, incluso como el que ostenta en la actualidad, de acuerdo a los trascendidos de prensa.

Al solicitar su venia para ascenderlo a general, el Poder Ejecutivo expresa y trasmite a la población en general un punto de vista que no compartimos y que rechazamos enérgicamente.

La democracia es una gran conquista del pueblo uruguayo, es un inmenso logro a preservar. Dada la terrible experiencia que el pueblo uruguayo ha tenido con las Fuerzas Armadas prestar suma atención a quienes son sus mandos es muy importante. La dictadura cívico militar fue posible, entre otras razones, porque entre los mandos de la época eran amplia mayoría los oficiales formados en la Escuela de las Américas de EEUU, en la Doctrina de la Seguridad Nacional y que despreciaban la institucionalidad democrática.

Para afirmar el Estado de Derecho hay que designar profesionales con sólidas convicciones democráticas republicanas, de respeto a la Constitución de la República, a sus leyes y también al Poder Judicial.

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Opinando N° 1 – Año 10 – 11 de enero de 2021