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viernes, 17 de abril de 2020

La verdadera historia del “Manco” Juan José Noueched

La verdadera historia del “Manco” Juan José Noueched


Esta mañana, en el INFO24 de las 7 de la mañana nos referíamos a Juan José Noueched, el noveno caso de fallecimiento por coronavirus de nuestro país. 

Se trata de un militante político que estuvo preso durante la dictadura militar en el segundo piso del Penal de Libertad, donde estaban alojadas las personas que eran consideradas como peligrosas.

Al referirnos a él compartíamos un texto del escritor uruguayo Eduardo Galeano que bajo el título Burocracia contaba una historia novelada respecto de algunas vicisitudes de Juan José que era conocido como “el Manco”.

Luego conversamos con Baldemar Tarocco, que lo conoció y que se refirió al relato de Galeano pero que por sobre todo hizo énfasis en otros aspectos. Sobre el final de su relato se lamenta de que luego de haber pasado tantas vicisitudes fuera un minúsculo virus que terminara con su vida.

Pero para ser rigurosos con lo que compartimos al aire, recurrimos también a otro ex preso político, el escritor y Miembro del Departamento de Investigación Literaria de la Biblioteca Nacional Alfredo Alzugarat que también se refiere al relato de Galeano, pero a través de una publicación de la Revista de la Biblioteca Nacional Nº 14, en la que Juan José Neouched escribió su desmentido con respecto a lo escrito sobre él por Eduardo Galeano. “Es bueno que esa versión también se conozca”, escribió Alzugarat.

El título del escrito es: “Fantasía sobre un manco en apuros de E.G” (Eduardo Galeano):

“Nunca fui sancionado por no llevar las manos atrás; si, algún bastonazo de algún soldado poco sagaz y con odio. Sobre el brazo: estando clandestino dos policías me identificaron e intentaron detenerme en un barrio de la periferia de Salto. Hubo balazos, quedó uno herido y yo escapé a la casa donde habitábamos. La evacuamos y dejé el brazo en el «berretin», ahora un estorbo innecesario. En el penal de Libertad, años después, me lo devolvieron sin que yo lo hubiera reclamado nunca. Milagro de una burocracia demorada y correcta.
A E.G lo conocí en reuniones de padres en el colegio donde iban nuestros hijos por el año 1966/67 y no hubo más comunicación” y firma Juan Noueched.

Esto es lo que cuenta Alzugarat, respecto a este episodio.