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viernes, 30 de agosto de 2013

Crysol se entrevistó con Amerigo Incalcaterra




De izquierda a derecha: Gastón Grisoni, Dr. Juan Raúl Ferreira,
Amerigo Incalcaterra, Baldemar Taroco y Uberfil Martínez
En la tarde de ayer una delegación de Crysol se entrevistó con Amerigo Incalcaterra, Representante Regional de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 


La breve reunión se llevó a cabo en la sede de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH).



Crysol manifestó su respaldo a la Institución Nacional de DDHH y su preocupación por el desconocimiento de algunas de sus recomendaciones por parte de algunas instancias del Estado uruguayo y se le solicitó su apoyo.


Especialmente, Crysol expresó su inquietud por la no implementación de la Resolución del 6 de diciembre de 2012, acerca de las leyes reparatorias, por parte del Poder Ejecutivo y la falta de compromiso, al respecto, del partido gobernante, que hasta el momento no se ha pronunciado claramente en cuanto a la necesidad de hacerlo, desvalorizando a la INDDHH por la vía de los hechos.


Con el propósito de afirmar en la vida misma las normas de DDHH, asimismo se le informó que Crysol se presentó formalmente ante el Consejo de DDHH de la Organización de las Naciones Unidas solicitando al mismo que se expida al respecto y observe al Estado uruguayo por desconocer a la INDDHH y sus recomendaciones orientadas a dar cumplimiento a la Resolución 60/147 de la ONU.


La INDDHH es el órgano de la democracia uruguaya con el cometido específico y exclusivo de proteger, defender y promover los derechos humanos de todos los ciudadanos.


La creación de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHH), en el año 2009, fue una gran conquista de la sociedad uruguaya, en cuya gestación, con nuestros  esfuerzos, participamos activamente.


Con la creación de la INDDHH se modernizó positivamente la institucionalidad democrática y se profundizó la democracia reconquistada con la resistencia y la lucha de los trabajadores y del pueblo uruguayo.


Las instituciones nacionales de DDHH son escudos para los débiles, para los ciudadanos más vulnerables y más desprotegidos de las sociedades. Los banqueros, los grandes industriales y terratenientes, los dueños de los medios de comunicación, las transnacionales, tienen los recursos, los medios, para proteger y defender sus intereses, sin tener que recurrir a órganos como la INDDHH.


El capitalismo ya ha demostrado que no es  alternativa para el futuro de la humanidad. El régimen que lo sustituya se asentará en la plena vigencia de los principios democráticos,  de la libertad, en su profundización, desarrollo y extensión. Las normas de derechos humanos son y serán el pilar básico y esencial de dicha sociedad.


El fortalecimiento, desarrollo y potenciación de la INDDHH es imprescindible para afirmar y profundizar la democracia uruguaya, para afirmar la libertad y los derechos de los ciudadanos frente al gobierno, los poderes y la burocracia estatal. Es muy veleidosa la probidad de los hombres. Los 200 años de historia de nuestro país lo han demostrado.