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martes, 12 de marzo de 2013

"No permitiré que se me difame"


Comandante Aguerre: "No permitiré que se me difame"

Centro Militar. Jefe del Ejército molesto por críticas a libro escrito por su padre

El País - 12 3 13 -DANIEL ISGLEAS

Tras 40 años de socio, el jefe del Ejército, general Pedro Aguerre, renunció al Centro Militar molesto por sentirse "difamado" y responsabilizado por el contenido de un libro que critica la dictadura escrito por su padre, un militar de izquierda.

En una dura nota dirigida al presidente del Centro Militar (CM), el coronel retirado Guillermo Cedrés, el general Pedro Aguerre Sequeira afirmó que recibe "continuas críticas anónimas" de asociados de la institución, la que nuclea a oficiales de las Fuerzas Armadas en actividad y retiro, y que siente que está bajo "calumnias solapadas" y no lo respetan.

Esta situación se da en un contexto vinculado a la dictadura y los derechos humanos y es vista por militares consultados por El País como una "pulseada" entre dos modelos de concepción del Ejército y de aquellos años de plomo.

La situación detona apenas días después de la definición de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declarando la inconstitucionalidad de la ley impulsada por el Frente Amplio que intentaba anular los efectos de la ley de Caducidad.

Las fuentes castrenses agregaron que la mayoría de los generales en actividad expresó su respaldo al comandante Aguerre en forma personal o telefónica durante la jornada de ayer.

Tal cual lo describe en su nota, a la que accedió El País, el comandante Aguerre siente que en distintos ámbitos del Centro Militar ha sido "cuestionado", como él mismo reconoce, porque se afirma que no fija posición respecto al contenido del libro "Hermano, trabajaremos de presos", escrito por su padre (ver nota aparte), el coronel retirado Pedro Aguerre Albano (84 años). En el libro se describen con visión muy crítica las etapas previas al golpe de Estado de 1973.

La ruptura institucional de 1973, si bien tuvo un apoyo mayoritario dentro del Ejército, no fue compartida por numerosos oficiales de las Fuerzas Armadas. Aguerre Albano era entonces militante de una organización de izquierda vinculada al Frente Amplio y resultó detenido y procesado en 1972 por la Justicia Militar a raíz de su participación en ese movimiento político que se oponía al golpe de Estado que ocurriría al año siguiente, en 1973.

Por eso, en su nota de renuncia como asociado del CM, el militar en actividad sostiene que con los "rumores y murmuraciones sin fundamento" sobre su persona "se fragmenta cada vez más" la unidad del Ejército. Indicó que no se lo "respeta" con una "calumnia solapada".

LA MORAL

"Soy comandante y no puedo permitir que se me difame, se me juzgue y se me condene por cosas que no he hecho, sin siquiera poder manifestarme. Este tipo de actitudes mina la moral del Ejército", afirmó en un pasaje de la nota, aludiendo a que en realidad lo que consta en el libro es la visión y la opinión de su padre sobre los prolegómenos de la dictadura y el contexto social de esos años.

Aguerre aseguró en su nota que en el Centro Militar se le ha proferido una "crítica continua" en forma "anónima" cuestionándose el trato que tiene con su padre.

"Últimamente en esa sede", señaló Aguerre en la renuncia, "se han incrementado rumores y murmuraciones sin fundamento, lógica, ni mucho menos verdad y que solo muestran egoísmo y falta de hidalguía", situación que el comandante dijo haber "verificado por varias fuentes confiables".

"En el Centro Militar se ha cuestionado el trato que le dispenso a mi padre lo que no es ético, no es lógico y no es racional, pero sobre todo no es humano", añadió. "He sido amigo de mis amigos y camarada leal de todos los soldados, sin prejuicios, sin preconceptos y sin distinción de grado. Sin embargo, la hemiplejia en la crítica continua hacia mi persona, anónima e indirecta, persiste", escribió Aguerre.

"Si miro hacia atrás considero que a lo largo de mi vida he sido coherente con mis valores y creencias, que he sabido escuchar y respetar las diferencias pero actuando siempre según lo que yo considero correcto", sentenció.

SANCIÓN

El general de Caballería Aguerre (58 años) es un comandante en jefe que hacia afuera de la fuerza muestra un bajo perfil.

Ascendió al grado en 2006 por decisión del entonces presidente Tabaré Vázquez. Fue nombrado jefe del Ejército en 2011, asumiendo el 1° de octubre de ese año en reemplazo del general Jorge Rosales, que pasó a retiro luego de permanecer cinco años seguidos en el cargo de comandante.

En su discurso de asunción, Aguerre aludió a la dictadura y dijo que "evidencias del pasado afectan moralmente a la fuerza y sus integrantes" por lo que instó a mirar hacia el futuro.

En 2006 el general Aguerre fue sancionado junto al general Miguel Dalmao y al entonces comandante en jefe Carlos Díaz por haber participado en una reunión de camaradería en el Cortijo Vidiella (residencia del Ejército utilizada por los comandantes con fines sociales) con el expresidente Julio María Sanguinetti y el exministro de Defensa Yamandú Fau sin informar a la ministra de Defensa Azucena Berrutti ni al presidente Vázquez.

Por este hecho el comandante Díaz fue relevado del cargo -y sustituido por el general Rosales- por orden expresa de Vázquez la mañana en que se conoció la reunión. Tanto Aguerre como Dalmao recibieron una sanción disciplinaria. Hoy, el general Dalmao está procesado con prisión por la justicia debido a que fue hallado responsable en el caso de la muerte por apremios físicos de la militante comunista Nybia Sabalsagaray durante la dictadura.

"Será problema de él", afirmó el presidente del club de los oficiales

El general Pedro Aguerre envió ayer mismo una nota al presidente del Centro Militar (CM), coronel retirado Guillermo Cedrés, explicando los motivos de su renuncia a la membresía, tras 40 años de afiliación a la institución.
A la vez, remitió una circular a todos los generales del Ejército en actividad en la cual explica que la dimisión se debió a la intención de "preservar los valores" del Ejército. Aguerre ordenó que se informe al total de la fuerza sobre la situación.

El coronel Cedrés, consultado por El País, declinó hacer comentarios por el momento. Y adelantó que convocará a la comisión directiva que encabeza para analizar la renuncia del comandante en Jefe. "Sobre eso no voy a hablar nada, es problema de él. Hasta que el miércoles (mañana) haya reunión de la comisión directiva no vamos a formular declaraciones como institución", agregó.

En algunas reuniones del CM, particularmente cuando se recuerda el Día de los caídos en defensa de las instituciones, se hacen fuertes críticas hacia la izquierda en general y el actual gobierno del Frente Amplio en particular.

EL LIBRO DE LA POLÉMICA

El general Pedro Aguerre Albano integró, siendo mayor, la corriente constitucionalista 1815, impulsada a partir de 1964 por el fallecido coronel Pedro Montañez para enfrentar el creciente proceso de desnacionalización del Ejército y los insistentes rumores de golpes de Estado. En los años 70 Aguerre formó parte del Comando Operativo organizado por el Frente Amplio ante un eventual golpe de Estado. 

Con un estilo sencillo, por momentos marcial, Aguerre rescata el liderazgo de su camarada Montañez y muestra que "no sólo la Armada estuvo contra el golpe de Estado de 1973. También un grupo de oficiales del Ejército y de la Fuerza Aérea así como de civiles se habían preparado, en el marco de las actividades de la 1815, para enfrentar la amenaza a las Instituciones". En el libro, Aguerre relata con sencillez algunos episodios indicativos de la ferocidad de la lucha de facciones en la interna militar, como el frustrado atentado contra el general Líber Seregni o los fallos de los Tribunales de Honor y de la Justicia Militar. Pese a ser alertados de la persecución de que eran objeto los miembros de la 1815, Montañez y Aguerre decidieron permanecer en sus puestos. De ese momento procede la frase de Montañez que titula el libro: "Hermano, trabajaremos de presos".

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