Páginas

jueves, 14 de marzo de 2013

Crysol celebró el Día del Liberad@ concentrándose en Plaza Independencia


40 años: Nunca Más terrorismo de Estado (*)




Enrique Chalar, integrante de la Directiva de Crysol


El 27 junio se cumplen 40 años de la disolución del Parlamento  y del inicio de la huelga general con la cual los trabajadores, los estudiantes y los sectores populares democráticos enfrentaron y resistieron las medidas que conducirían al terrorismo de Estado.

La dictadura cívico militar, el proceso,  fue una auténtica tragedia nacional cuyos efectos y daños colaterales se mantienen y perduran hasta el día de hoy en la sociedad. La deuda externa que entorpece y dificulta el desarrollo del país creció exponencialmente en dicho período. Los trabajadores vieron reducido en un 50% el poder adquisitivo de sus ingresos que fue a engrosar, generosamente, las arcas de los sectores sociales que apoyaban al régimen y que se beneficiaron con él. Los jubilados y pensionistas perdieron el aguinaldo, nunca recuperado como tal hasta el día de hoy. La industria nacional se debilitó frente a las transnacionales y se llevó a límites extremos la concentración de la riqueza.

Para aplicar el modelo económico del Ing. Vegh Villegas se suprimieron todas las libertades y se reprimió salvajemente toda oposición. La tortura, abyecta, degradante, con secuelas perdurables y sostenidas a largo plazo, junto con la prisión masiva y prolongada fue la metodología deliberadamente seleccionada por las fuerzas armadas para destruir a sus opositores, aterrorizar a la población y mantenerse en el poder. Decenas y centenares de los integrantes de los aparatos represivos estuvieron directamente involucrados en ellas, mientras el diario  El país y los grandes medios, radiales y televisivos, proveían la cobertura publicitaria que presentaba como salvadores de la nación a quienes la ejecutaban.

Las FFAA promovidas al escenario político desde el 13 de junio de 1968 cuando el presidente Jorge Pacheco Areco decretó las Medidas Prontas de Seguridad para congelar los salarios de los trabajadores y militarizar a los bancarios y otros gremios, ya eran un factor de poder al servicio de un proyecto político que pretendía descargar los efectos de la crisis económica en las espaldas de los sectores populares.

La dictadura cívico militar no fue un producto autóctono de los sectores conservadores y privilegiados del país. Tampoco fue el resultado, directo o indirecto, del accionar de un grupo de jóvenes radicalizados que en el invierno de 1963 robaron armas en el Tiro Suizo de Colonia como afirma el Dr. Julio María Sanguinetti y otros defensores de la impunidad.

Las dictaduras que en las décadas de los 60 y de los 70 sacudieron a todo el continente latinoamericano, algunas con intervenciones directas de tropas estadounidenses como en Santo Domingo, fueron la estrategia diseñada por el Departamento de Estado para hacer frente a las movilizaciones y reclamos de independencia, soberanía, libertad y transformaciones radicales en las estructuras sociales para poner punto final al hambre, la miseria generalizada, la pobreza y las indignas condiciones de vida que afectaban a la mayoría de la población del continente.

La resistencia de los trabajadores y el pueblo, dentro y fuera del país, incluso dentro de las cárceles, hirió de muerte a la dictadura. La gesta épica del pueblo uruguayo, expresión de la cual fue la huelga general del año 1973 y el triunfo del NO en el año 1980, condujo a que el 1° de marzo de 1985 asumiera el Dr. Julio María Sanguinetti, resultado de un acto electoral en el cual se prohibió la participación del Gral. Líber Seregni y de Wilson Ferreira Aldunate. Se inició la transición democrática que restableció la libertad y la vigencia de las garantías constitucionales y legales básicas propias de un Estado de derecho.

A lo largo de estas décadas se han dado pasos constantes, en un proceso complejo y de grandes obstáculos, con pronunciamientos militares amenazantes de por medio, incluso, para erradicar el legado, traumas y secuelas del pasado dictatorial. La transición como tal, desde la perspectiva de las normas de DDHH que Uruguay ha ratificado,  no plenamente vigentes en cuanto al terrorismo de Estado,  permanece inconclusa y con desafíos importantes pendientes de implementar.

La Resolución 60/147 de la Organización de  las Naciones Unidas es el estándar de la calidad institucional al respecto junto con la sentencia de la Corte IDH en el caso Gelman vs Uruguay para evaluar el estado de situación y los objetivos a lograr para afirmar y profundizar la democracia.

Disculpas oficiales y públicas del Estado.

Foto tomada al mediodía en el Parque Vaz Ferreira.
Luisa Cuesta y su nieta, al centro
El Estado uruguayo aún no ha asumido públicamente su responsabilidad, en una ceremonia oficial,  por las desapariciones forzadas, por los asesinatos, por las ejecuciones extrajudiciales, por las torturas, por las privaciones agravadas de la libertad, por los delitos que, desde el Tribunal de Nuremberg, la comunidad internacional considera crímenes de Lesa Humanidad. Tampoco ha expresado sus disculpas formales a todas las víctimas y/o a sus familiares, a la sociedad en su conjunto como corresponde y se sabe que hay que hacerlo. Lo reclamamos al Poder Ejecutivo, a todos los ministros, una vez más.

27 de junio: Día Nacional de la Memoria

Al mismo tiempo, demandamos que el Parlamento declare al 27 de junio de cada año, feriado no laborable, Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, en repudio al terrorismo de Estado, en homenaje a todas las víctimas y también a la resistencia, dentro y fuera del país, que permitió el regreso a la democracia.

Juzgados Especiales para los crímenes del terrorismo de Estado

La investigación,  el esclarecimiento  de todas  las graves violaciones a los derechos humanos, la identificación de los responsables de ellas, tanto materiales como intelectuales,  la sanción penal y administrativa, con las garantías del debido proceso, es la única manera de evitar que ellas vuelvan a repetirse.

Con cárceles abarrotadas por delitos menores,  en Uruguay solo un puñado de criminales han sido juzgados y condenados penalmente y  continúan integrando los cuerpos de las FFAA por no haber sido sometidos a los correspondientes Tribunales de Honor. El destino de los detenidos desaparecidos sigue sin ser dilucidado, sigue siendo una herida abierta de la sociedad uruguaya.

En las actuales circunstancias, dada la declaración de inconstitucionalidad de los artículos 2 y 3 de la Ley 18 831 por parte de la Suprema Corte de Justicia, el considerar delitos comunes los crímenes de Lesa Humanidad, el desconocimiento de la sentencia de la Corte IDH en el caso Gelman y de los tratados ratificados por Uruguay desde décadas atrás, el desplazamiento de la jueza Mariana Mota y el mensaje negativo hacia los jueces que cumplan con sus cometidos, para que los delitos no queden impunes, para que haya justicia como debe haber, en el marco de la vigencia de las disposiciones constitucionales, demandamos al Poder Ejecutivo y al Parlamento, la creación de Juzgados Especiales para los crímenes del terrorismo de Estado, para que ellos concentren en forma especializada y diligente, con compromiso y energía, con recursos y medios,  todas las causas penales, se enfoquen en ellas y eviten que queden sepultadas en la dinámica negativa y de impunidad que parece prevalecer y que puede conducir incluso a que sea liberado uno de los responsables del asesinato del maestro Julio Castro.

Unidad especializada de investigación al servicio de la justicia

Homenaje a los Detenidos Desaparecidos
en el Memorial Parque Vaz Ferreira:
al mediodía se entonaron las estrofas
del Himno Nacional en su honor y homenaje
Al mismo tiempo demandamos al Ministerio del Interior que se cree en forma inmediata una unidad especial de investigación de dicho período, con participación de las organizaciones de DDHH, al servicio de la justicia, de los jueces y magistrados que en el pleno uso de su independencia técnica y de su compromiso constitucional con la justicia pretendan llevar a cabo el diligenciamiento y la investigación de las denuncias que han formulado las propias víctimas, tal cual lo ha recomendado la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo recientemente.

La plena implementación de las normas de DDHH y de los compromisos asumidos por el país, para cerrar las heridas aún abiertas, demandan, además, que el Estado asuma a cabalidad, sus obligaciones en el ámbito reparatorio y que lo haga antes de fines de octubre.


Institución Nacional de DDHH (INDDHH): es imprescindible una nueva ley a la brevedad

A instancias de una demanda presentada por Crysol, la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHH), en diciembre del año pasado, señaló que las leyes reparatorias aprobadas hasta el momento son insuficientes, no cumplen con la normativa de DDHH que nuestro país ha ratificado y por lo mismo, los derechos de las víctimas del terrorismo de Estado continúan siendo violentados también en este plano. Hay centenares de expresos políticos que no han sido reparados al no percibir la Pensión Especial Reparatoria. Los que la reciben, injustamente, tienen que renunciar a sus propias jubilaciones y pensiones o no pueden jubilarse, directamente, por dicho motivo. Y tampoco tienen derecho a percibir las pensiones de sobrevivencia que generan los cónyuges cuando fallecen.

Reclamamos al Presidente de la República  que implemente a la brevedad lo recomendado por la Institución Nacional de DDHH y envíe el proyecto de ley que se le ha solicitado.


Presidente de Crysol, Gastón Grisoni
El incumplimiento por parte del Estado en cuanto a sus obligaciones por el daño causado por sus agentes y funcionarios, se manifiesta con especial intensidad en el caso de los niños y adolescentes de la época que eran familiares directos de los expresos políticos y que no han sido contemplados por ninguna ley, ni siquiera a nivel simbólico. 

En materia de salud aún no se ha implementado, a dos años de la aprobación del decreto, los beneficios establecidos en él. La debida reparación a las víctimas sigue pendiente de resolución, de concreción efectiva, de compromiso militante por parte de las autoridades.

28 años y seguimos en la lucha

En el día de hoy se cumplen 28 años de la liberación de los últimos presos políticos de la dictadura al reinstaurarse la institucionalidad democrática en marzo de 1985.

La liberación de los presos políticos fue un hito en la lucha del pueblo uruguayo por reconquistar la libertad y la democracia. Miles de uruguayos salieron a las calles para celebrar su liberación, para recibirnos y reintegrarnos a nuestras familias y a la sociedad.

El 14 de marzo, Día del Liberad@, es un día de festejo, de conmemoración, de reencuentro. También es un día de reivindicación colectiva de nuestro accionar, de nuestro protagonismo militante, de nuestra lucha, de nuestro enfrentamiento al régimen autoritario de Pacheco Areco y al terrorismo de Estado dentro y fuera del país.

¡Seguimos estando orgullosos de haber luchado y de haber combatido!

Las expresas y los expresos políticos, desde nuestra liberación hace 28 años, nos hemos comprometido activamente, junto a los trabajadores, los sectores populares y todas las organizaciones de DDHH, en contribuir  a generar las condiciones que impidan que la tragedia que vivió nuestro país,  vuelva a repetirse.

Afirmar y profundizar la transición democrática iniciada en 1985 con la plena vigencia de las normas de DDHH, asumiendo y cumpliendo con las recomendaciones de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del pueblo, es la mayor y única garantía de que Uruguay podrá continuar el camino del progreso,  de la soberanía, de la justicia social, de la liberación nacional en la perspectiva del socialismo, cualquiera sea la forma específica que adopte en nuestra patria.

Es nuestro compromiso militante como colectivo. Mantenemos en alto, bien en alto, las banderas que nos cobijaron, las de nuestros detenidos desaparecidos, las de los asesinados y las de aquellos que no están entre nosotros.

¡Viva la unidad y la movilización de todas y de todos los expresos políticos!


¡Por verdad, memoria, justicia y nunca más terrorismo de Estado!

------

(*) Mensaje leído por Enrique Chalar a nombre de la Comisión Directiva de Crysol