Ultimas Noticias. 19 11 11
“Mientras nos torturaban cuenta yo escuché el nombre del que mandaba, era el Pocho Coubarrere. Esa es una de las personas más importantes de la muerte de Roslik (…) No vi el momento en que matan a Roslik, pero sentí bien claro cuando ese Pocho Coubarrere gritó "¡Pará, que éste ya dio!" y con eso entendí que Roslik había muerto". Eso fue lo que contó el brasileño Antonio Pires da Silva Junior en agosto de 2008, cuando volvió al país para dejar asentado ante escribano público su testimonio. En aquel momento el caso de Vladimir Roslik, un joven médico de San Javier torturado y muerto en abril de 1984 en el Batallón de Infantería 9º, estaba archivado. Su familia había intentado que se investigara al salir de la dictadura, pero el caso quedó archivado en el marco de la ley de Caducidad. Este año, tras el desarchivo ordenado por el presidente José Mujica, el caso fue retomado por vía judicial. La jueza Pignataro ordenó buscar el expediente, que estaba en manos de la Presidencia de la República y retomó el caso tomando como base una primera denuncia efectuada al final de la dictadura por el Ministerio de Salud Pública (MSP). A comienzos de esta semana, el abogado Óscar López Goldaracena presentó ante el juzgado de Pignataro el testimonio de Pires da Silva Junior, que fue aceptado como prueba documental. "Se trató de ubicar al testigo apenas se reabrió el caso pero cuando hizo la declaración ya tenía una enfermedad terminal y falleció. Esto no ingresa como un testimonio sino como un documento", explicó López Goldaracena a Ultimas Noticias. El brasileño, hijo de un fotógrafo que había vuelto al país en los años 80, fue detenido en abril de 1984 junto a una decena de personas con apellido de origen ruso, entre los que se encontraba Roslik. Según su testimonio "era torturado en un sector y en otro adjunto era torturado el doctor Roslik. Torturaban a Roslik y le preguntaban por mí. Me torturaban a mí y me preguntaban por Roslik. Querían que uno delatase al otro. Pero yo no sabía nada, sólo lo conocía como médico. Me llevaron afuera y me hicieron un falso fusilamiento". Después de los hechos de los que dejó testimonio, fue acusado junto a Roslik de traficar armas en lanchas y aviones para constituir el "aparato armado del Partido Comunista". Procesado por la Justicia Militar, estuvo preso en el Penal de Libertad y finalmente fue liberado el 5 de setiembre en la plaza de Rivera, donde lo dejaron con 80 pesos en el bolsillo para que pudiera moverse. Hace tres años dejó claro que quería dejar su testimonio documentado porque temía morir sin poder declarar ante la Justicia. Ahora la jueza Pignataro dispone de su testimonio. También cuenta con el expediente de la Justicia Militar, que procesó al primero y al segundo jefe del Batallón 9º por la muerte de Roslik. Además está en busca de otros dos documentos que integran el expediente, y que refieren a una denuncia presentada en su momento por la Federación Médica del Interior (Femi) y por el médico Eduardo Sáenz Pedrini. Presidencia informó que los mismos fueron remitidos a la sede judicial, por lo que están siendo buscados en dicho ámbito. ----------- |