Está convencido que morirá en la cárcel
La República. 30 11 10
El dictador Gregorio "Goyo" Alvarez se autodenominó como "un demócrata preso", afirmó estar convencido de morir en la cárcel y dijo no arrepentirse "de nada" sobre su actuación durante la dictadura cívico-militar desatada en Uruguay, entre 1973-1985.
"Dejeme pensar de qué me puedo arrepentir. Que yo recuerde, de nada", respondió el dictador a la periodista María José Frías, durante una extensa entrevista desarrollada en la Unidad Penitenciaria Nº 8 ("Cárcel Especial para Militares"), publicada ayer por "Ultimas Noticias".
Alvarez aseguró no tener "ninguna información" sobre el posible destino de los ciudadanos detenidos-desaparecidos, al mismo tiempo de negar todo tipo de responsabilidad en los 37 homicidios de uruguayos detenidos en Argentina y trasladados en forma clandestina hacia Uruguay en 1978, por lo cual fuera condenado por la Justicia.
"Yo no tengo ninguna información. Nunca protegí delitos vulgares. (...) No tengo conocimiento de nada. Podría haber habido. Había rumores que se decían pero hasta ahora dicen. Yo pedía pruebas y no había", dijo Alvarez sobre las torturas y desapariciones perpetradas por el aparato represivo del Estado, en dictadura.
"A mí me adjudicaron 37 muertos. He pedido pruebas y testigos cuatro o cinco veces y nada. Aparte, cuando desaparecieron esos 37 yo no estaba en Montevideo ni tenía mando, yo estaba en Minas, al frente de la División Ejército IV". "Me enteré cuando me acusaron. Son gente que desapareció en Argentina, ¿qué me dice? Yo no iba a Argentina ni tenía personal a cargo allí. Yo estaba en Minas". "Yo no me hago responsable de las cosas malas que me adjudican (...) Nadie presenta pruebas", aseguró Alvarez.
En este sentido, el dictador afirmó tener "el síndrome del ataúd porque si cumplo con todos los años que me aplicaron, voy a salir con 107 años, así que me hice la idea de morir acá (...) Lo peor es que voy a morir acá adentro, lejos de mi familia. Estoy convencido de que voy a morir aquí".
Alvarez explicó además los motivos de haber aceptado ejercer la Presidencia durante los últimos años de la dictadura. "Si acepté fue porque creo en la democracia. Soy un demócrata preso. Mi invitaron de muchos grupos políticos pero nunca integré ninguno. Me invitaron desde la ultraizquierda hasta la ultraderecha y nunca acepté. Siempre fui independiente y sin embargo, me fueron a buscar a mi casa para ser presidente después de estar 31 meses jubilado", expresó Alvarez.
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