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domingo, 26 de septiembre de 2010
"Un trabajo memorable"
EL JUEZ ESPAÑOL BALTASAR GARZON
“El apoyo a Abuelas de Plaza de Mayo para el Nobel de la Paz es obligado para alguien que cree que la justicia es uno de los caminos para la paz, y las Abuelas han demandado y demandan justicia frente a crímenes que atacan a la comunidad internacional”, expresa desde Madrid el juez Baltasar Garzón.
Horas después de ser premiado en Turquía por su defensa de los derechos humanos, el asesor del Tribunal Penal Internacional dice que “la perseverancia en la exigencia de justicia ha contribuido y contribuye a fomentar la convivencia pacífica en Argentina y en el mundo.”
–¿Cuándo se enteró del trabajo que hace la organización?
–Conocí la organización en 1996, con ocasión de las investigaciones en el caso Argentina, conocido en España como caso Scilingo (N. de R.: por el marino condenado por genocidio por Garzón). En el marco del mismo se abrió un anexo para indagar la existencia de posibles “niños robados”. Se investigó con esmero y dedicación formando, incluso, un grupo policial para ello, aunque no se cristalizó en el hallazgo de alguno de ellos.
–¿Cree que su participación en el Consejo de Notables es un reconocimiento al apoyo que ha obtenido en Argentina por parte de las Abuelas y de otras organizaciones de derechos humanos?
–La inclusión en el Consejo ha sido para mí un honor y sólo pretendo que esto pueda contribuir a visibilizar la importancia de esta candidatura. Me siento honrado por el apoyo que las Abuelas siempre han hecho de mi trabajo y el de tantos otros jueces que, desde la convicción de que la impunidad, no puede triunfar, trabajamos por la justicia y la reparación de las víctimas.
–¿Qué papel cree que juegan organizaciones como Abuelas en la lucha por el derecho a la verdad?
–Sin lugar a dudas el papel de Abuelas en la lucha contra la impunidad ha resultado esencial, junto con otros colectivos también empeñados en que no se cierre la página de la represión sin una respuesta a las atrocidades cometidas. Se trata –y esto es lo que siempre reclamaron y reclaman Abuelas– de que los victimarios respondan ante la Justicia, y que ésta, con todas las garantías que impone el Estado de derecho, diga la última palabra. La verdad judicial es necesaria para avanzar en la democracia y la reconciliación en la Argentina.
–Siendo que es la tercera vez consecutiva que se impulsa la candidatura, ¿cómo evalúa las chances de que la organización obtenga el galardón?
–Espero que este año el Comité reconozca la importancia de los aportes que Abuelas de Plaza de Mayo hace con su trabajo memorable en la recuperación de la identidad de más de cien personas, el impulso a los juicios y la reivindicación del rol de la sociedad civil frente a la violación masiva de los derechos humanos y en favor de la paz y la concordia entre los ciudadanos que sufren la acción de la violencia.
Sólo aprendiendo de este esfuerzo podemos aspirar a no repetir la misma historia. Otorgar el premio a Abuelas no sólo es de justicia, sino que marcará el camino para generaciones venideras en la lucha contra la indiferencia y la impunidad y, por ende, en favor de la paz en el mundo.
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