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jueves, 17 de diciembre de 2020

Memorial ex Penal de Punta Carretas: un merecido y necesario homenaje

 

Memorial ex Penal de Punta Carretas:

 

un merecido y necesario homenaje


Ha quedado pronto para habilitar al público el Memorial ex Penal de Punta Carretas. El mismo se encuentra a la entrada del actual centro comercial del mismo nombre. Debido a la situación de emergencia sanitaria que vive el país, la ceremonia oficial de inauguración que estaba prevista fue suspendida hasta nuevo aviso.

Desde 1900 en adelante, la democracia es una construcción histórica del pueblo uruguayo: alzamientos armados, insurrecciones, revueltas, paros, huelgas generales, plebiscitos, referéndums, jornadas históricas como el NO del año 80. La lucha por la democracia y las libertades también incluyó resistencia y lucha en todos los ámbitos, incluso fuera del país.

Este Memorial es un espacio abierto al público, destinado a la recuperación, construcción y transmisión de memorias en recordación y homenaje de los centenares de luchadores sociales, políticos y gremiales presos en dicho penal en el convulsionado período 1968-1985.

En un mundo convulsionado, en el marco de la “guerra fría” y la revolución anticolonial, las décadas de los sesenta y setenta fueron sumamente violentas y represivas en América Latina. La revolución cubana generó una enorme expectativa y esperanza en los pueblos americanos, hundidos en la pobreza y en condiciones inhumanas de vida. También generó una enorme campaña profiláctica por parte de EEUU para evitar nuevos procesos insurgentes en el espacio geográfico que siempre ha considerado su “patio trasero”.

Para tener una idea cabal. De 1960 a 1964 hubo 8 golpes de Estado militares en el continente: Argentina, Perú, El Salvador, Guatemala, Ecuador, República Dominicana, Honduras y Brasil. Golpes de Estado promovidos y organizados por Estados Unidos y preventivos de nuevos alzamientos populares, armados o mediante procesos electorales como la ahogada en sangre experiencia chilena del Dr. Salvador Allende.

El Penal de Punta Carretas cobró notoriedad internacional a raíz de la fuga, conocida popularmente como “el abuso”, de 111 prisioneros políticos en setiembre de 1971. Dadas las limitaciones de la época, Medidas Prontas de Seguridad de Jorge Pacheco Areco, la prensa informó acerca de la fuga espectacular de “sediciosos”. La prensa estaba controlada y hasta existía una lista de palabras que estaban prohibidas.

Durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco se suspendieron los Consejos de Salarios, hubo militarizaciones de trabajadores públicos y privados, asesinatos de estudiantes y militantes del campo popular, intervención de la enseñanza, florecieron “Escuadrones de la muerte”, se realizaron ejecuciones extra judiciales y no existió libertad de prensa. Una democracia formal con muy bajos estándares de calidad institucional.

El ex Penal de Punta Carretas fue un centro de reclusión masculina durante dicho período. Más de 800 luchadores sociales, sindicales y políticos, incluso militares opuestos al régimen, pasaron por dicho recinto. En el año 1979 fueron trasladados al Penal de Libertad la inmensa mayoría de los ex presos políticos que permanecían alojados en lo que era conocido como “La tercera especial”.

Permanecieron, hasta el fin de la dictadura, algunos de los militares democráticos que también fueron condenados por la justicia militar, que estuvieron recluidos casi 10 años.

El Memorial es también un homenaje a los familiares y a la comunidad barrial, constituyendo a la vez un sitio de reflexión y memoria sobre el terrorismo de Estado: un mojón de recordación para las generaciones actuales y venideras.

La iniciativa contó con el respaldo del Poder Ejecutivo, de la Intendencia Municipal de Montevideo, de la Junta Departamental de Montevideo y de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del pueblo (INDDHH), además de Punta Carretas Shopping Center.

Surgió de la propuesta de trabajo de un grupo de ex presos políticos organizados a tales efectos y de nuestra propia organización que ha apoyado y promovido la misma en el marco del trabajo permanente por dar cumplimiento a las normas internacionales de DDHH.

La Memoria construye futuro y construye democracia y libertad. Este Memorial es un paso más en el camino de homenajear a quiénes construyeron, como parte de un pueblo que nunca se sometió, la democracia y el Estado de derecho.

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Opinando N° 18 – Año 9 – Jueves 17 de diciembre  de 2020

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

FISCALÍA PIDE PROCESAMIENTO Mauricio Pérez

 

FISCALÍA PIDE PROCESAMIENTO DE VARIOS MILITARES POR LA MUERTE DE ALTER

Aquellas aberraciones

Mauricio Pérez – Brecha -  20 noviembre, 2020

La Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad solicitó el procesamiento con prisión de cinco militares por el homicidio muy especialmente agravado de Gerardo Alter, en 1973. Entre los imputados está Armando Méndez, exdirector de Aduana en democracia.

 


Armando Méndez / Archivo Brecha

 

Dos meses después del golpe de Estado, efectivos del Ejército –apostados en el Batallón Florida-– trabajaban para desbaratar a la estructura del MLN que aún pervivía. Esto incluyó el interrogatorio, bajo torturas, de decenas de militantes de esa organización política; allí se obtuvo información sobre un contacto entre integrantes del MLN y del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), de Argentina.

El operativo permitió la detención de dos militantes tupamaros, Walter Arteche y Jorge Selves, y del integrante del PRT Gerardo Alter. Los tres fueron trasladados al Batallón, encapuchados, desnudados e interrogados. Los interrogatorios eran intercalados con tormentos de diverso tenor, golpes de puño y con objetos contundentes; también se les aplicó corriente eléctrica a través de magneto. Para que la tortura fuera más efectiva, fueron estaqueados y rociados con agua. Sólo uno de los tres, Selves, salió con vida.

Alter falleció durante el interrogatorio. La autopsia efectuada en 1973 por el médico militar José Mautone estableció que murió a causa de un edema agudo pulmonar, pero reveló la existencia de diversas lesiones en su cuerpo. Una autopsia histórica efectuada por una junta médica, con base en ese informe primario, confirmó la existencia de torturas.

Según este informe, el militante argentino «sufrió múltiples lesiones traumáticas, en distintas etapas evolutivas, lo que permite deducir que fueron producidas por agresiones que se reiteraron en el tiempo. Las lesiones comprobadas revelan, por su traducción en el examen interno, que fueron producidas por contusiones desarrolladas con intensa energía». La autopsia también constató contusiones pulmonares de origen traumático y una quemadura negruzca de origen eléctrico. Alter fue «golpeado hasta morir», concluyó el informe.

Una pieza clave de la indagatoria penal fue la aparición del expediente 77/973 de la justicia militar, que investigó la muerte de Alter en la dictadura. Ese expediente permitió identificar a los efectivos partícipes del operativo; todos los investigados, salvo uno, admitieron ante el juez militar su participación en el interrogatorio de Alter, pero el caso fue archivado.

Cuarenta años después, ante la justicia penal, los militares cambiaron su versión y negaron los hechos. Sin embargo, tras analizar las pruebas, el fiscal Ricardo Perciballe consideró probado que estos militares «se encontraban en dicho lugar (el Batallón Florida) el día en que ocurriera la muerte de Alter y que formaban parte del equipo de interrogadores».

En este marco, el fiscal solicitó el procesamiento con prisión de los militares Armando Méndez, Pedro Buzo, Nestor Silveira, Diego Cardozo y Antranig Ohanessian como coautores de un delito de homicidio muy especialmente agravado. Méndez –exdirector nacional de Aduanas durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle– está imputado en otras causas, entre ellas las torturas contra ex-presos políticos en el Batallón Florida, entonces ubicado en el barrio Buceo, en 1972. Se trata de la segunda imputación de militares por la muerte de Alter. En octubre de 2011, el juez Eduardo Pereyra dispuso el procesamiento con prisión de los coroneles Alberto Gómez Graña y Arturo Aguirre. Gómez Graña falleció en prisión antes del fin del proceso penal.

El operativo efectuado por efectivos del Batallón Florida en agosto de 1973 también derivó en la muerte del militante tupamaro Walter Arteche. En 2016, la fiscal Ana María Tellechea solicitó el procesamiento de varios militares por este crimen, bajo la hipótesis de que Arteche falleció junto a Alter en la sesión de torturas. Esta hipótesis –en principio– quedó descartada, por lo que el fiscal Perciballe decidió profundizar la indagatoria, dijeron fuentes judiciales a Brecha.

La partida de defunción –anexada al expediente penal– establece que Arteche falleció a causa de un disparo de arma de fuego. La hipótesis indica que tras ser interrogado, fue retirado del Florida y trasladado a un operativo para identificar locales de la organización; al llegar al lugar, Arteche recibió un disparo. Por qué se le disparó y quiénes participaron del operativo es parte de la nueva investigación de la Fiscalía.

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 Fuente: https://brecha.com.uy/aquellas-aberraciones/